Elizabeth Pérez D.

En agosto pasado, Beatriz Torres Álvarez, se emocionó hasta las lágrimas al saber que el Ministerio de Minería, la había reconocido como la "mujer destacada de la minería 2017".

Distinción que llega en un momento especial de su vida, en el que debe combinar su rol como jefa de familia y operadora de maquinaria pesada en Ministro Hales.

Oriunda de Coronel, en la región del Bío Bío, Beatriz llegó hace varios años al norte en busca de mejores oportunidades. Vaya que las consiguió. Aquí alcanzó estabilidad laboral y además formó a su familia.

"Mi familia la componen mis hijos. Ellos ya están grandes porque fui mamá joven y bueno tuve que salir adelante sola con ellos. Son excelentes muchachos por lo que estoy agradecida de la vida por darme un par de buenos hijos, de los cuales el mayor me dio una nieta más linda que el sol".

A sus 42 años, Beatriz Torres reconoce que se tuvo que ganar un espacio en una industria compleja y que no lo era tanto cuando ella dio sus primeros pasos.

"Primero tienes que decidirte a querer hacerlo para lograrlo, venciendo tus miedos y los paradigmas existente en el mundo de la minería. Tienes que pensar que eres igual a todas las personas y ambientarte a este nuevo mundo con mucha dedicación, esfuerzo y perseverancia. Para que logres triunfar y sobre todo ganarte el respeto de tus compañeros que es algo importante", aseguró.

Pese a ser sureña de nacimiento, Beatriz se declara hoy una calameña más. Un sentimiento que comenzó a arraigar cuando llegó a Ministro Hales, en una época en que la división recién estaba realizando su etapa de prestripping (labores iniciales para remover material estéril del nuevo yacimiento).

"Esta ha sido una experiencia muy buena para mí y para mi familia, el quedar seleccionada para trabajar en DMH fue muy gratificante. Siempre he contado con el apoyo de mis hijos, ellos son mi razón de vida y cuando les comenté de mi decisión, aunque no entendían mucho de que se trataba, no dudaron en ayudarme".

Sus hijos no estaban equivocados al apoyarla. Beatriz recuerda que en ellos y en su nieta, fue en los primeros que pensó cuando le contaron que se había ganado el premio a "la mujer destacada de la minería".

Por este y por otros motivos, Beatriz es hoy una agradecida de la vida. Sabe que el que esfuerzo da sus frutos y por eso se levanta cada día con el mismo entusiasmo que cuando comenzó.

"Siendo mujer con hijos la rutina de trabajo es doble, fuera de que debes cumplir con tus horas de trabajo, al llegar a casa debes realizar las tareas que el hogar demanda, cosa que tengo muy asumida realizándola con alegría, aunque sea agotador".

Convertida hoy en una minera de tomo y lomo, Beatriz Torres envió un mensaje para que otras mujeres, como lo hizo ella, se atrevan y luchen por seguir incrementando el número de trabajadoras en la minería chilena.

"Que tengan el valor y se decidan, este mundo laboral como cualquier otro demanda responsabilidad, constancia y dedicación. El querer es poder, comiencen por ahí y verán que las cosas les resultarán".