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Bomberos de Antofagasta tiene listo un plan de contingencia

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Dos días quedan para el fin de este feriado extra largo y los Bomberos de Antofagasta bien lo saben porque hace una semana prepararon un plan de contingencia para estos días y así evitar accidentes o emergencias mayores.

El comandante del Cuerpo de Bomberos de la capital regional, Christian González, dijo que "estas fechas son bastante movidas y los llamados aumentan, sobre todo respecto a rescates vehiculares y principios de incendios, entonces lo que hicimos hace unos días fue armar un plan y este fin de semana extra largo hemos reforzado las guardias nocturnas que tendrán todo el material disponible".

Según indicó González, este refuerzo de voluntarios básicamente consiste en que haya por lo menos un conductor y tres bomberos más.

"En una noche normal está el cuartelero (conductor) y tres voluntarios en cada cuartel, eso es lo mínimo. Ahora estará el cuartelero, seis bomberos y por lo menos un conductor más, es decir, mínimo ocho personas en cada una de las ocho compañías. Todo con el fin de que la comunidad disfrute tranquilamente estas Fiestas Patrias pero siempre con moderación, sobre todo en el consumo de alcohol porque muchas veces personas en estado de ebriedad se meten al mar y no pueden salir por lo que debemos enviar las motos de agua de la Cuarta compañía y eso es algo perfectamente evitable", indicó González.

Más de 30 años vendiendo volantines en las Fiestas Patrias

Vecina junto a su hija fabrican miles de estos juguetes típicos varios meses antes de la llegada del "18".
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Javier Andrónico Cangana

Llega septiembre y con ello la cueca, asados y juegos típicos, entre ellos elevar volantines, aprovechando los vientos y los feriados por las Fiestas Patrias.

Este juego criollo es famoso en todo el país y en Antofagasta son cientos los niños y jóvenes que se reúnen en distintos puntos (sobre todo en la costa) para elevar volantines, ya sea en su formato de plástico, que es el más común, sobre todo en niños pequeños, como también los clásicos, es decir, de papel.

Los '80

En la capital regional hay varias personas que dedican este mes a vender estos juguetes y una de las más antiguas es Rosa Domingo Herrera, una comerciante que lleva más de 30 años trabajando durante agosto y septiembre en este rubro, específicamente al costado del Balneario Municipal de la ciudad.

1986 fue el año en que Rosa junto a su esposo decidieron dedicarse a la confección de volantines de papel y su posterior venta.

Según cuenta la comerciante oriunda de Puerto Montt pero que lleva cerca de 40 años en la Perla del Norte, "este trabajo es muy bonito, porque se corta el papel, se arman las varas, etcétera… Me gusta mucho lo que hago y a mi esposo también le gustaba pero él ya falleció hace nueve años pero la tradición sigue y desde esa fecha estoy con mi hija vendiendo volantines todos los septiembre".

La venta de estos artículos es bastante, tanto así que le compran unas dos mil a tres mil unidades en cada temporada de Fiestas Patrias. Aunque doña Rosa reconoce que el volantín de papel ha perdido un poco de terreno frente al de plástico.

"Antes se vendían sólo de papel pero ahora los papás le compran a sus hijos más de plástico y esos son fomes porque se quedan quietos en el aire. Los volantines de papel son mucho más entretenidos porque si llega a caerse se rompe, entonces hay que ser hábil", explica.

Hechos a mano

Otras de las características que tienen los volantines de doña Rosa es que -los de papel- están fabricados 100% a mano, tomando un tiempo de casi un día para un volantín grande. Así lo explicó la comerciante que todos estos días se instala en el Balneario Municipal.

"Tomando lo que demora cortar el papel, armar los maderos, pegarlos y todo lo demás, uno se demora casi un día por cada volantín grande y no siempre es bien valorado".

Lo anterior se suma a que esta tradición ha ido disminuyendo, pero Rosa tiene fe en que no desaparecerá y eso lo ve en las nuevas generaciones.

"Puede que ahora no compren tantos volantines pero muchos niños tienen ese gusto de elevarlos y les piden a sus papás que jueguen con ellos y eso me encanta porque es un juego típico nacional y no puede perderse", finalizó.

Entre $700 y $2.500 cuestan los volantines de papel. Los de plásticos son un poquito más caros.