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Zona de Chug Chug pasó a comunidades indígenas

Ministerio de Bienes Nacionales les entregó una concesión gratuita a las comunidades Indígenas Aymara de Quillagua y Atacameña Chunchuri.
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Redacción - La Estrella de Tocopilla

Con la finalidad de proteger un sitio arqueológico de importancia mundial y valor patrimonial excepcional para la humanidad, la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma, entregó una concesión gratuita a las comunidades Indígenas Aymara de Quillagua y Atacameña Chunchuri, involucradas ancestralmente en el territorio y en la protección de los geoglifos de ChugChug.

"Paralelamente estamos tramitando una concesión de largo plazo que permita la creación del Parque Arqueológico de Chug Chug como un aporte tremendo para miles de estudiantes y turistas nacionales e internacionales que visitan esta asombrosa zona del desierto chileno", señaló la secretaria de Estado, tras la ceremonia realizada en el mirador donde se pueden observar los imponentes geoglifos.

Se trata de un complejo compuesto por alrededor de 500 figuras monumentales distribuidas en 13 sitios, uno de los cuales presenta alrededor de 400 figuras con una amplia diversidad de motivos antropomorfos, zoomorfos y geométricos, representativos de una larga tradición histórica y cultural que abarcó los últimos 2500 años de la época prehispánica en el desierto de Atacama.

Cabe destacar que, a comienzos del año 2015, el Ministerio de Bienes Nacionales recibió una serie de denuncias respecto de amenazas sobre el importante patrimonio arqueológico existente en sectores del desierto de Atacama, región de Antofagasta, entre ellos los Geoglifos de Chug Chug. A partir de estas denuncias y puntualmente por el requerimiento de la Fundación Patrimonio Desierto de Atacama al Seremi de Bienes Nacionales de la región, se inició la coordinación de distintas unidades del Ministerio de Bienes Nacionales con el objetivo de proteger el patrimonio fiscal.

En estas reuniones se planteó la necesidad de proteger el valioso patrimonio de la zona, de trabajar mancomunadamente con las comunidades que han sido las protectoras ancestrales de su patrimonio.

Cabe destacar que en agosto de 2016 se firmó un convenio entre la Fundación Desierto de Atacama, la Comunidad Aymara de Quillagua, la Comunidad Indígena Atacameña de Chunchuri y el Consejo Autónomo Ayllus sin Frontera. La primera, por ser la organización que desde un principio se implicó en el proceso de protección y puesta en valor del patrimonio, y las otras dos por ser las comunidades indígenas territoriales que tienen considerado a Chug Chug como parte de su demanda territorial ancestral.

La Fundación Desierto de Atacama

Es una entidad autónoma sin fines de lucro, orientada a la investigación y gestión profesional de proyectos de protección, preservación y puesta en valor del patrimonio arqueológico, histórico, cultural y natural del Desierto de Atacama. La Fundación es la entidad que ha aportado la información científica sobre el invaluable valor arqueológico de ChugChug.

Niños aprenden sobre el comer sano y nutritivo

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La Oficina de Protección de la Infancia (OPD) a través del Programa de Promoción de Salud, han estado realizando charlas nutricionales a los estudiantes de los quintos básicos de todas las escuelas de Tocopilla.

En las charlas que fueron dictadas por un nutricionista se expusieron como la alimentación ayuda al crecimiento de los menores y que alimentos les aportan y como otros les dañan.

"Esperamos que cada acción contribuya a que sean desde ya los niños quienes vayan generando conciencia de los cuidados de sus cuerpos y cómo influye la alimentación y el ejercicio" señalaron desde la OPD.

Asimismo agregaron que "considerando el derecho que tienen niños y niñas a salud y a espacios de recreación es que intentamos crear espacios dinámicos y entretenidos y a la vez protectores, los cuales puedan prevenir enfermedad como la diabetes infantil".

Además de esta actividad, la OPD está promoviendo la vida saludable en jornadas con adultos realizando clases de yoga y zumba.

Trabajadores de Jardines infantiles se perfeccionan

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María Elena y Tocopilla se han visto beneficiados con un programa educativo que se esta llevando cabo en la provincia gracias al Programa de Responsabilidad Social Empresarial, (PRSE), de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA).

La iniciativa que realizan profesionales del Centro Educativo de Autorregulación del Aprendizaje Mediado, (Ceame), el cual contempla al juego como un proceso de aprendizaje, se compone de 6 módulos y capacita a los agentes de la educación inicial, de los jardines infantiles de la JUNJI, Integra y el municipio.

Una de las beneficiarias, la coordinadora del jardín infantil de la escuela Arturo Pérez Canto de María Elena, Tatiana Piñones, sostuvo que "me parece genial, porque representamos la base, donde se inicia la educación, por ende, que nos den las herramientas adecuadas, donde nosotros podamos trabajar y de ahí edificar la educación con los niños es muy importante".

Las empresas que apoya son Finning, Mutual, Altonorte, Guiñez, Codelco, SQM, AMSA, Grupo Gómez, Albemarle (ex Rockwood), Aguas Antofagasta, Enel, Spence, Minera Escondida, Yamana e Inacal.