Cartas
No solo los príncipes pueden decidir
Estimado director:
Recientemente el príncipe danés, Enrique de Laborde de Monpezat, sostuvo que no quería ser enterrado junto a su esposa la reina Margarita II. Esto como una forma de manifestar su descontento por no haber sido designado nunca como rey consorte de su país.
Sin importar el motivo de su decisión, la acción del príncipe promueve la planificación de los funerales como una responsabilidad necesaria dentro del mundo actual. Hoy en día las personas están cada vez más empoderadas respecto de qué consumir. Este comportamiento se ve reflejado en muchas industrias, pero no en la de servicios funerarios.
La elección otorga calma y permite una sensación de paz. "Lo único seguro en la vida es la muerte" señala un dicho popular que hace ver que tarde o temprano todos compartiremos ese destino, ya que ella es una consecuencia de la vida.
Lo que realmente tenemos asegurado es que vivimos hoy y podemos prepararnos para lo que viene, teniendo la libertad de elegir cómo queremos ser recordados.
Ann Christine Meidinger
Funcionarios públicos
Señor director:
Para criticar mal a los funcionarios públicos primero hay que interiorizarse sobre la realidad de estos. No sé en que planeta vive el señor Jaime Ojeda, al poner el acento sobre la responsabilidad de los funcionarios y sus movilizaciones en el costo social y económico para el país. La situación de los funcionarios públicos en términos de negociación es desfavorable, ya que estamos sometidos a las variaciones del IPC y a la voluntad política de turno.
Es preciso que sepa que al retirarse del servicio público el funcionario solo recibe su sueldo final y ningún tipo de compensación como se la en la actividad privada (años de servicio, indemnizaciones, etc.)
No creo pertinente criticar a todos los funcionarios por algunos pocos que no le hacen justicia a la labor de servidor, teniendo a la vista la cantidad de obras, programas y planes que el Estado implementa. Todo se logra con la activa participación de los servidores públicos y la relación con las comunidades.
Waldo Campusano Álvarez