Foto denuncia: Cable en la calle
Felicitamos a la persona que se dio el trabajo de ordenar estos cables que suponemos estaban tirados, y también hacemos un llamado para pedir que de una vez por todas ordenen el tendido de telecomunicaciones.
Felicitamos a la persona que se dio el trabajo de ordenar estos cables que suponemos estaban tirados, y también hacemos un llamado para pedir que de una vez por todas ordenen el tendido de telecomunicaciones.
En el local de ventas de pescados y mariscos que funciona en el Mercado Municipal, llegaron estos enormes dorados que miden más de un metro con 20 centímetros y pesan arriba de 18 kilos. Aproveche y disfrute.
Todos fuimos testigos de la sentencia que condenó a Mauricio Ortega por su responsabilidad en calidad de autor de los delitos de femicidio frustrado y lesiones graves-gravísimas consumadas en contra de su conviviente Nabila Rifo. La sentencia estimó que no habiéndose establecido que Ortega obró con dolo al propinar los golpes en la cabeza a la víctima, los hechos no pudieron ser calificados como delito de femicidio frustrado, sino solo como delito de lesiones graves consumadas. Un fallo que en mi opinión, claramente, adolece de errores.
En primer lugar, porque de no haberse estimado los cargos por femicidio frustrado, sí deberían haberse absorbido esas lesiones por las lesiones graves-gravísimas, y no por la vía del concurso real, o sea, el castigo por separado. En este sentido, el razonamiento del tribunal, por una parte, estuvo bien, pues si no logró convicción respecto de si las heridas fueron mortales o no, mal podrían constituir una hipótesis de homicidio. Sin embargo, como Nabila no muere y el delito queda en grado de frustrado, y tratándose de un victimario que ha sido conviviente de la víctima, pasa a convertirse en parricidio, figura que a su vez se transforma en hipótesis de femicidio.
Señor director:
Este señor Benjamín Cruz, que ni siquiera terminó sus estudios de periodismo, parece que no ha ido a la frontera o no lee la prensa. Un ejemplo nomás: los delincuentes colombianos que lanzaron al mar el cadáver con las piernas cortadas, tenían prontuario policial y estaban ilegales. Entonces, ¿por qué miente con tanto cinismo este señor? ¿Qué hace el periodista que no aclara sus dichos? ¿En qué clase de antofagastinos mojigatos nos estamos volviendo, que no aclaramos nuestros derechos de nación a estos migrantes?
Canadá dejó muy claro al inmigrante: "Usted viene a nuestro país por una mejor situación de vida, pues bien, respete nuestras reglas y normas, si no le gusta o no está de acuerdo, se devuelve al país de donde vino". Así de claro...
A ustedes nadie los invitó a venir a Antofagasta, ustedes lo eligieron, entonces respeten las reglas y serán respetados. No vengan a imponer "sus reglas", porque no es correcto. No están en su país. Si no les gusta, nadie los detiene. Así de claro y justo.
No he escuchado que ningún grupo de inmigrantes chilenos estén haciendo desórdenes o marchas en el país que los acoge. Todos respetan sus reglas.
Myriam Richards Madariaga