Siempre con la cabeza en alto, que el fútbol da revancha
Chile dejó el alma en San Petersburgo, pero no pudo con el férreo esquema de los alemanes.
Marc Cárdenas - La Estrella
La tercera no fue la vencida, pero Chile volvió a demostrar que es una de las mejores selecciones del mundo.
La "Roja" dejó todo en San Petersburgo para quedarse con la Copa Confederaciones, pero Alemania y un error derrumbaron el sueño de estos muchachos que siguen haciendo historia.
No se quedaron con la copa en Rusia, pero queda la satisfacción de que dejaron el corazón en la cancha. Chile pudo ponerse en ventaja apenas comenzaba el partido. Charles Aránguiz, Alexis Sánchez y Arturo Vidal tuvieron en sus pies la apertura del marcador, pero el meta alemán Marc-André Ter Stegen dijo otra cosa.
Pero cuando jugaba mejor Chile vino el error de Marcelo Díaz que le costó la copa la selección nacional. Díaz realizó un enganche y Timo Werner le robó la pelota para cedérsela a Stindl, quien definió con un arco solo (20').
El cuadro de Juan Antonio Pizzi sintió el golpe. Debieron pasar varios minutos para recuperarse, pero cuando estaba a punto de despertar vino el pitazo final de la primera parte.
El segundo tiempo estivo cargado de emociones. Alemania se encerró en su campo esperando a Chile, que comenzó bien, buscando el arco alemán, pero sin la contundencia esperada.
La Roja tuvo dos opciones claras para el empate. La primera estuvo en los pies de Eduardo Vargas que sacó un disparo controlado por Ter Stegen, y Vidal ejecutó un fuerte remate despejado por el meta al tiro de esquina, en los 74'.
A los 79' Charles Aránguiz también exigió al meta teutón, lo mismo que Valencia, a los 81'.
Pero la chance más clara de aquellas estuvo en los pies de Angelo Sagal. El delantero apareció en el área chica para recibir un pase de Edson Puch, quien obligó a que Ter Stegen dejara su arco, pero el disparo se fue por sobre el travesaño, al igual que la ilusión de Chile en los 83'.
La última estuvo con tiro libre de Alexis a los 94' por falta sobre Valencia, el cual fue tapado por Ter Stegen.
Una derrota injusta, pero que pone a Chile nuevamente entre los mejores del mundo, aunque la pena y rabia durará por varios años.