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El suboficial Alexis Sánchez le envía fuerzas a su tocayo

Suboficial de Carabineros se llama igual que el astro de la Roja y confía en que mañana Chile será campeón.
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Javier Andrónico Cangana

Alexis Sánchez, el Niño Maravilla y goleador histórico de la selección chilena, nació en 1988, en Tocopilla. Sin embargo, 18 años antes que el delantero del Arsenal de Inglaterra naciera, otro Alexis Sánchez lo hizo, pero en Antofagasta.

Se trata de Alexis Sánchez Valdés, de 46 años, y quien es suboficial de Carabineros y miembro del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) de la Prefectura de la capital regional.

Al consultarle por la similitud del nombre y apellido, el suboficial aclara riendo: "Yo nací antes, así que él me copió".

Alexis Sánchez Valdés postuló al Gope en 1995 y un año después y luego de innumerables cursos y pruebas tanto teóricas como técnicas y físicas, egresó junto a otros 13 colegas. "El curso es bastante complejo y no todos lo terminan. Por ejemplo, ese año postulamos 120 carabineros en todo el país, luego quedamos 42 y de esos salimos 14", explica Alexis, quien agrega que "hacemos un curso donde tenemos que aprender paracaidismo, buceo y mucho trabajo físico".

Y es que no es para menos, ya que el Gope es una unidad especializada de Carabineros (como la Siat) pero donde trabajan en rescate y salvatajes, manejo de explosivos y en casos de violencia extrema".

Fanático y anécdotas

Al igual que el Niño Maravilla, Alexis Sánchez Valdés es fanático del fútbol, tanto así que una vez a la semana junto a sus colegas del Gope enfrentan a otras unidades de Carabineros. Eso sí, su posición en la cancha es totalmente distinta al delantero oriundo de Tocopilla.

"A mi edad no me da para jugar adelante, así que ahora soy defensa, pero aún así creo que con nuestro equipo estamos preparados para jugar contra Alexis y toda la selección", dice riendo.

Como el alcance de nombre es evidente, el suboficial de Carabineros cuenta que muchas veces en situaciones donde lo nombran en voz alta la gente se da vuelta para confirmar o desmentir si es el Niño Maravilla. "A veces estoy en la consulta del médico y la secretaria me llama y todos se voltean impresionados pero después como que se desaniman cuando me ven", ríe y añade una situación más hilarante aún: "Una vez una compañía de teléfonos me llamó porque querían corroborar si yo era el delantero de la Roja", relata

Finalmente, el Alexis Sánchez de Carabineros aprovechó esta entrevista para enviarle un saludo a su tocayo: "Que este domingo (mañana) siga jugando con la garra y entrega de siempre para ojalá salir campeones ante Alemania", expresó el suboficial, quien -al igual que el delantero de la Roja- dejará todo de sí, pero en la calle, ya que mañana estará resguardando el orden junto a sus colegas.

2008 fue el año en que Sánchez Valdés entró a estudiar Derecho. Ahora sólo tiene que dar el examen de grado.

javier.andronico@estrellanorte.cl

Los 98 metros cuadrados de la cábala más grande de Antofagasta

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Son 98 metros cuadrados de pura cábala, que han demostrado ser tan efectivos como grandes. Se trata de una de las banderas más grandes de la ciudad, que desde esta semana adorna la casa de Leonel Maya Riveros en la esquina de las calles Carlos Oviedo Cavada con Río de Janeiro.

La tradición comenzó el año 2015 cuando Chile enfrentó a Argentina en aquella tarde del 4 de julio donde la Roja alcanzó por primera vez la Copa América en Santiago, el mito se consagró luego en la Copa Centenario el año pasado en Nueva York y ahora quieren eternizarla con esta final de San Petersburgo.

La bandera fue un proyecto que ya llevaba varios lustros al interior de la casa que ocupan en la población Oriente y nació para una presentación deportiva y por su tamaño, obviamente no pudieron desplegarla sino en contadas ocasiones.

Y es que la aventura de esta bandera está ligada a la suerte de este equipo de leyenda que jugará su cuarta final internacional (contando la China Cup) este domingo y el resultado espera que sea el mismo de ese 4 de julio.

Leonel sueña que los 98 metros cuadrados que cubren su casa con el tricolor nacional sean desplegados el próximo 15 de julio del 2018, cuando la Roja de todos, por primera vez juegue ese partido de historia en el Estadio Olímpico Luzhnikí, de Moscú, la final de la Copa del Mundo 2018. Con estos jugadores, soñar no cuesta nada.