Secciones

Antofagastinos que inspiran a cambiar hábitos

Un 63% de la población adulta chilena es obesa, por lo que varios jóvenes han decidido transformar sus vidas mediante el deporte, una buena alimentación y voluntad.
E-mail Compartir

Claudia Cáceres G. - La Estrella de Antofagasta

Heinsrich Liebsch (26) vivió gran parte de su vida siendo obeso mórbido, enfermedad que ya presentaba al año de haber nacido y que cargó como una pesada mochila durante toda su infancia y adolescencia.

Su familia era sedentaria, no realizaba deporte ni mucho menos tenía una alimentación saludable, lo que hizo que aumentara kilo tras kilo. Sufrió bullyng cuando iba en el colegio y además cada dieta que intentaba llevar a cabo no le resultaba.

Llegó a pesar 110 kilos, tenía enfermedades desencadenadas por la propia obesidad, por lo que a los 21 años decidió hacer un cambio drástico ya que se sentía encerrado en su propio mundo...en su propio cuerpo.

"Empecé a los 21 años determinado a bajar de peso, a cambiar mi vida; tenía tantas enfermedades típicas de la gente obesa. Me cansé de ir al nutricionista, de tomar pastillas y me puse a investigar las cosas que nadie te enseña. A estudiar los alimentos, a saber cómo uno puede bajar de peso realmente. Me me inscribí en el gimnasio, me compré una bicicleta y así empecé, fue todo un proceso", recuerda Heinsrich, quien actualmente es un activo ciclista que pesa 68 kilos, es decir, bajó 42.

El joven antofagastino es uno de los tantos casos de cambios de hábitos que inspiran en la capital regional. Incluso él mismo cuenta que cada vez que tiene la oportunidad comparte su testimonio con quienes aún no se deciden a hacerlo y continúan siendo parte del 63% de la población adulta en Chile que tiene sobrepeso u obesidad.

La cifra, presentada a comienzos de año por el informe "Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de América Latina 2016", desarrollado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), da cuenta de una realidad que se genera principalmente por factores como el sedentarismo y la alimentación errónea, donde los excesos de grasa y azúcares están presentes.

Si bien es un panorama latente y que preocupa a las autoridades, hay jóvenes y adultos - como también niños - que han decidido empezar a hacer cambios en su alimentación y practicar deporte, por diversas razones y en distintos momentos de su vida, ya sea inspirados por amigos, profesionales o bien por las redes sociales.

En éstas últimas se observa cómo cientos de personas alrededor del mundo comparten sus transformaciones en plataformas como Instagram, en donde incluso hay cuentas dedicas específicamente a ser fuentes de 'ejemplo', dando cuenta de un 'antes y después' que sorprende a cualquiera, promoviendo el esfuerzo, la voluntad y la constancia.

Enfermedad

Razones para cambiar hay muchas y pueden clasificarse por las etapas de la vida del ser humano. Así lo explica la nutricionista de Clínica Bupa Antofagasta, Katherine Bugueño, quien menciona que en el caso de los niños, éstos son llevados por sus padres, "porque en el colegio sufren de bullyng por su sobrepeso notorio. En la adolescencia los jóvenes se ponen más pretenciosos, por ende asisten a una consulta más por un tema de vanidad. En la etapa adulta, de los 20 hacia adelante, a veces vienen por la apariencia, pero también por cuidar su salud y así poder prevenir enfermedades".

Según la doctora Sofía Araya, médico nutriólogo de la misma clínica, "la obesidad como enfermedad crónica no transmisible se asocia a un mayor cansancio, disnea de esfuerzo, un corazón que debe trabajar mucho más de lo que corresponde y articulaciones que deben soportar más peso; enfermedades como la hipertensión arterial, diabetes y síndrome metabólico se asocian con la obesidad también, la temperatura ambiental puede desencadenar descompensaciones de todas estas patologías", acota la profesional.

Deporte

En el caso de la kinesióloga Katherine Maturana (27), quien en 2013 pesaba 75 kilos con una estatura de 1.60 metros, la decisión de cambiar sus hábitos surgió por dos razones. Dice que su condición física estaba por el suelo y también que lo hizo por un tema vocacional ya que estudiaba una carrera asociada al ámbito de la salud.

"Cuando era chica siempre fui súper sedentaria, hacer educación física era una tortura, aparte que los hábitos alimenticios en mi casa no eran muy saludables. En 2013 hice un cambio de switch, en una clase un profesor nos dijo que teníamos que ser un ejemplo para nuestros pacientes, así que cambié, me inscribí en un gimnasio, tuve un cambio de alimentación, veía qué comía y qué no, había disminuído los carbohidratos, consumía más agua, etc. Hoy peso 63 kilos".

Katherine menciona que también decidió hacer deporte al aire libre con un grupo de amigos y que 'agarró el ritmo' y la motivación. "Pero luego varios abortaron misión y dije pucha si dependo de ellos nunca voy a ver resultados, así que me hice el ánimo y empecé a salir sola. Uno cuando es gordita como que le da plancha, pero dije ya filo, tengo que hacerlo si quiero hacer un cambio".

El profesor de educación física, entrenador personal y docente de la carrera Preparador Físico de la Universidad Santo Tomás, Diego Alarcón, recalca que hoy en día el ejercicio físico es considerado un 'fármaco natural', el cual no sólo actúa atacando la obesidad sino que también "está demostrado que interviene en diversas patologías y enfermedades como cáncer, alzheimer, sida, etc. Por ende la práctica de actividad física no debiese ser mirado como una actividad para contrarrestar, retrasar o detener el progreso de una enfermedad, sino que también actúa como protector de salud a nivel de prevención primaria y además, para mejorar la calidad de vida de los enfermos".

Si bien muchas personas deciden comenzar a realizar ejercicios por su cuenta, el profesional comenta que todo lo que se realice para contrarrestar una enfermedad debe ser individualizado, específico y guiado por profesionales.

Alarcón menciona que en el caso de personas con obesidad, se debe tener mayor control sobre el paciente ya que hay obesos que pueden padecer enfermedades vinculadas al exceso de peso como diabetes, hipertensión, artritis, entre otras, que condicionarán decisivamente la prescripción del ejercicio físico según el tipo de patología. "Por el mismo asunto, el trabajo se complicaría un poco más y es por eso que se vuelve fundamental un trabajo multidisciplinario de profesionales en el área: profesor/entrenador, nutricionista, psicólogo e incluso kinesiólogo si tuviese una lesión".

El profesor cuenta que hoy en día es común ver a personas sin formación inmersos en el negocio de la salud y entrenamiento. "Está perfecto querer aportar al bienestar de la gente, pero el problema radica en que estas buenas intenciones dejan de ser buenas cuando pueden perjudicar al entrenado".

Enfoque

¿Qué se puede hacer para lograr dar los primeros pasos en una transformación? Heinsrich dice que en su caso "lo primero fue tener un objetivo grande, tan grande que no se pueda romper con nada. De hecho lo llamo la dieta espiritual o mental; hay que hacer un cambio psicológico y después un cambio físico. Llevo casi cinco años y cada vez estoy más delgado y tengo que bajar de peso por un tema competitivo, pero no estoy perjudicando mi salud".

Para la nutrióloga Sofía Araya la organización en la casa es muy importante, desde planificar qué se compra para la semana hasta organizar un menú saludable. Recomienda cocinar en la tarde noche y planificar colaciones, consumir productos más naturales, dejar los snacks envasados y preferir frutas que además hidratan.

"Creo que lo fundamental es la conversación familiar, en donde todo el grupo tenga el mismo objetivo; comer más sano y tratar de tener mejores hábitos, consumir al menos 2 litros de agua; tratar de cocinar en casa y tener 3 comidas al día y al menos 2 colaciones pequeñas; restringir el consumo de azúcar refinada, grasas saturadas, y aumentar las verduras, frutas y carnes magras".

El caso del joven de 27 años Cristian Avalos, quien actualmente es monitor de academias deportivas, es parecido al de Katherine y Heinsrich, ya que también bajó de peso por iniciativa propia. "Por voluntad bajé de peso, empecé con 85 kilos y hasta ahora estoy en 72, son 13 kilos menos, igual falta, pero gracias a la voluntad lo logré. Cuesta mucho, pero lo hice porque quería sentirme bien, para no cansarme al subir las escaleras, por ejemplo".

Pese a que personas hayan tomado la decisión de empezar a dejar sus malos hábitos por su cuenta, la nutricionista Katherine Bugueño, indica que "está bien que la gente se motive entre sí a llevar una vida saludable, pero siempre será necesaria la opinión de un especialista ya que es la salud de las personas la que está en juego. La alimentación no es sólo para estar delgado o con sobrepeso, la alimentación lo cruza todo, es decir, previene enfermedades o las genera, ayuda al buen funcionamiento de tu organismo o lo empeora. En conclusión, debemos ser responsables con nosotros mismos y recordar que no todos los consejos que vemos en redes sociales son para todos, cada organismo es diferente".

Katherine Maturana, quien ya ha bajado 12 kilos, reflexiona que "el cambio que se genera es interno, te mejora la condición física, tu sistema respiratorio, el metabolismo, todo mejora teniendo una mejor alimentación y estilo de vida. Les digo a la gente que lo hagan, es un regalo que uno se hace a uno mismo".

Al igual que ella Heinsrich manifiesta que "si tú cambias tu mentalidad es para siempre, no es por un momento o por un mes. La gente debe practicar deporte, muchos quieren las cosas rápidas y fáciles y piensan que tener un cuerpo musculoso o escultural es un regalo de Dios, pero eso es mentira, se trabaja con tiempo, dedicación y mucha voluntad".