Camila Infanta S.

A través de la Cámara de Diputados ingresará el proyecto de ley orgánica que busca materializar el plan sobre la elección popular de los gobernadores regionales, anteriormente llamados intendentes, y si serán o no elegidos este año.

El anuncio lo realizó ayer la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, quien aseguró que el detalle de la iniciativa "va a quedar para el debate legislativo que se iniciará en los próximos días".

Desde la Secretaría General de la Presidencia informaron que el ingreso se hará a través de la Cámara de Diputados, específicamente en la comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización.

Para concretar este cambio a la normativa actual, se requiere de tres leyes. La primera fue la elección popular y la existencia del cargo de gobernadores regionales, la que fue promulgada en diciembre. Sin embargo, para que se pueda materializar, se necesita de dos leyes orgánicas, una de elecciones y otra de competencia. Ésta es una de éstas.

Ambas tendrían que estar promulgadas el próximo 19 de noviembre para que las elecciones incluyan este nuevo cargo.

Difícil tramitación

La diputada PS y miembro de la comisión que recibirá el proyecto, Daniella Cicardini, asegura que la presentación es una noticia que esperaban, pero que ve difícil alcanzar un acuerdo político necesario.

"Es la misma Nueva Mayoría la que tiene miedo de desconcentrar el poder. Por eso sólo espero que la ley venga con los acuerdos correspondientes", dijo.

Agregó que da fe de que la comisión de la Cámara tiene buena disposición para tramitarla como corresponde. El punto es que en la Cámara hay más acuerdo que en el Senado".

Al respecto, la senadora de Amplitud, Lily Pérez, aseguró que la medida "no tiene ningún posibilidad de concretarse para noviembre de este año. Esto se envía para que el Gobierno diga que lo envió".

"Tengo la impresión de que, además, el Gobierno tiene mucho que ver, pues no le ha dado las urgencias que pudo haberle dado. Entonces, como siempre en política, cuando hablamos de rebajar dieta y de competir, hay muchos que piensan en su silla", agregó a este medio.

19 de noviembre se realizarán las elecciones presidenciales y parlamentarias.

Sólo un día resta para que se inicie el Censo abreviado que busca responder cuántas personas viven en Chile y cómo y en qué condiciones están en el país.

Para responder a estas preguntas, más de 583 mil censistas recorrerán el país. Ayer, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, anunció que están "todas las condiciones de seguridad establecidas desde el punto de vista de los ciudadanos chilenos como extranjeros, como también de los censistas".

Para el proceso se estableció un reforzamiento de las unidades policiales del país, con unos 6.000 efectivos adicionales.

El subsecretario detalló que se establecieron las coordinaciones para enfrentar la eventualidad de un desastre natural, con entidades como la Onemi, Conaf y todas las superintendencias y los servicios de transporte.

"Queremos pedirle a la gente que participe de este Censo, porque es fundamental para definir las políticas públicas", recalcó Aleuy ayer en La Moneda.

Para cuidar la seguridad de los chilenos, el subsecretario aseveró que no es necesario hacer entrar a los censistas a cada casa y que se puede responder desde afuera. Además, se puso a disposición de la jornada el número telefónico 139 de Carabineros, donde se puede chequear la identidad de los censistas.

Mañana, el proceso comenzará a las 12 de la noche y serán las personas que viven en la calle las primeras en ser encuestadas. La jornada será irrenunciable y de forma "reforzada", lo que quiere decir que tampoco trabajarán los locales comerciales y de diversión.

Hoy vence, además, el plazo para terminar de capacitar a los censistas.

"Lo odio, hay sentimientos encontrados (con Mauricio Ortega). Me sacó todo de raíz, por último me hubiera dejado algo para que me hubieran salvado algo", dijo ayer a TVN una emocionada Nabila Rifo, sobre el único acusado por la agresión que vivió en 2016. La mujer afirmó que no podría estar tranquila si es que él queda libre, veredicto que se conocerá hoy en Coyhaique. "Ojalá Dios quiera que la justicia haga su trabajo, si no yo no voy a estar tranquila, tendría miedo. Yo me tendría que ir a otra cuidad, quizás al Norte, no podría dormir", dijo. Mientras, ayer, en el último día de juicio, una de las testigos presenciales aseguró que Ortega no es a quien vio la noche del crimen, pues sería alguien "alto".