Foto denuncia: ¿quién fiscaliza?
En calle Colón, pasado Matta, está este letrero que impide el tránsito de camiones, pero justo detrás de él hay uno de esos vehículos pesados estacionado. ¿Quién le pone el cascabel al gato?
En calle Colón, pasado Matta, está este letrero que impide el tránsito de camiones, pero justo detrás de él hay uno de esos vehículos pesados estacionado. ¿Quién le pone el cascabel al gato?
Señor director:
En una democracia en permanente construcción, un proceso constituyente es un instrumento de génesis constitucional que debe integrar una participación pública e institucionalizada que permita alcanzar acuerdos. El proceso constituyente desarrollado en Chile desde el año 2015, consideró en su primera etapa dicha participación y lo hizo a nivel local, provincial y regional. Sin embargo y a la luz de otros procesos constituyentes de nuestra historia, tanto las cifras de participación obtenidas como la creación de un Consejo de Observadores designados a cargo de definir las bases ciudadanas, obstaculizaron vestir este proceso como participativo. Acá la intervención y adhesión social importa y puede significar un cuestionamiento de la legitimidad acerca del origen del proceso. Esta semana, el Ejecutivo ha buscado definir el mecanismo de aprobación de una nueva Constitución Política para nuestro país. Para ello debe operar de acuerdo a nuevas reglas que darán origen a un nuevo orden constitucional. Esto, pues, actuar de acuerdo a procedimientos ya previstos, formaría parte de una reforma constitucional y no de un proceso constituyente. Pero es precisamente en la determinación del mecanismo a utilizar, donde la experiencia internacional comparada sobre procesos constituyentes a partir de la segunda mitad del siglo XX, muestra que la precisión de la forma (sea vía legislativa, asamblea constituyente, congreso constituyente, comisión constituyente u otro), debe considerar, entre otros factores, las circunstancias políticas del país. Mas, hoy se ha propuesto un modelo de "Convención Constitucional para la elaboración de una Nueva Constitución", creado mediante una ley que reforma el capítulo XV de la Constitución Política y que delegará en los parlamentarios definir entre otros puntos la integración de la convención vía ley orgánica constitucional y que tuvo aplicación para la Carta de 1833. Con ello, no solo se ha olvidado la atemporalidad política del mecanismo, sino que también que una participación ciudadana vinculante es fundamental en la etapa preliminar u originaria, en etapa la avanzada del proceso, y en la ratificación de éste.
Carmen Gloria Droguett
Directora
Departamento Derecho Público Universidad Andrés Bello