Cartas
Derrota en la batalla de ideas
En un año más Bachelet se habrá ido y, con ella, una pequeña parte, aunque importante, de todos los zánganos que metió en el Gobierno y en la administración del Estado. Algunos pueden hacer alarde del triunfo más o menos seguro de Piñera, pero lo preocupante es que en estos últimos 3 años no hemos tenido ningún triunfo en el campo de las ideas para aquellas que promueven la libertad, el desarrollo y la paz. Entrando en un año de campaña, debemos prepararnos para un duro enfrentamiento ideológico, que debe repercutir finalmente en diferencias sustantivas entre unos programas de gobierno y otros. Si nos vamos a contentar con que Piñera gane por el respaldo a su gestión que le dé la gente, y soportamos que se propongan, por ejemplo, nuevas reformas tributarias para aumentar la recaudación, mejor cerremos por fuera y abandonemos cualquier campaña.
Joaquín Rodríguez
Vital elemento
Desastre nacional fue decretado en Etiopia debido a que una gran sequía afecta a ese país. Más de 50 personas mueren cada 24 horas de sed y de hambre, sin que el mundo pueda hacer mucho para evitarlo. La falta de agua es uno de los peores males que pueden afectarnos como especie humana, aunque en gran parte del planeta esa necesidad parece tan lejana ya que nos hemos acostumbrados a girar la llave y a que ésta no termine nunca de salir.
Nuestro país no ha estado alejado de este tormento. En los últimos 100 años tres grandes sequías nos han aquejado -en el año 24, el 68y 69 y la del 88, 89- siendo la de los finales de los 60 una de las más cruentas. La producción agrícola decreció un 65 porciento, el ganado se redujo casi a la mitad, 225.000 personas quedaron sin empleo y se vio afectada la gran minería del cobre por la falta de electricidad. En síntesis un cataclismo en lo humano y económico.
Cabe preguntarse si estamos preparados como país para un escenario como éste, más aún que los números demuestran que la sequía nos visita cada cierto tiempo, teniendo ahora el calentamiento global como ingrediente extra que puede agravar más aún este hecho. Poco se ha avanzado en políticas públicas para cuidar este vital elemento, más aún teniendo en cuenta que nuestra idiosincrasia, se está acostumbrando a reaccionar una vez que los hechos ya están consumados. -incendios, aluviones, tsunamis, etc.- y lo preocupante es que sin agua no hay vida y una vez que ésta falta no se puede hacer nada para traerla devuelta.
Fernando González