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El artista que recicla neumáticos para crear figuras de animales

En la casa de Julio Bravo, ubicada camino a San Sebastián, se pueden encontrar flamencos, cisnes de cuello negro, patos, zancudos de fierro e incluso motocicletas de la marca Harley Davidson.
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Pablo Jesús Gómez

Para disfrutar de las creaciones de Julio Bravo Zúñiga hay que dejarse seducir por la imaginación. Su hogar, ubicado en el sector del humedal de San Sebastián, es una verdadera casa de la fantasía gracias al trabajo artístico que, a sus 50 años, realiza con un proceso de reciclaje digno de destacar.

Hace cerca de tres años, comenzó a realizar intervenciones con neumáticos desechados. La idea era armar arreglos de jardín que no fueran destruidos por los conejos que pasan por el sector.

"Hacía arreglos para el jardín de la forma clásica, a suelo, pero los conejos me los rompían a los dos o tres días, entonces no duraban nada. Quería ver la forma de hacer algo diferente, y así fue como llegué a la creación de arreglos en altura con tres neumáticos. Ya con eso nunca más los conejos rompieron las flores", dice de entrada este hombre nacido en Linares, pero que se instaló en su actual inmueble desde hace 29 años, por lo que se considera a esta altura un cartagenino más.

De hecho, sus dos hijos mayores egresaron de colegios de la comuna balneario, y su niña menor está estudiando en tercero medio en otro establecimiento escolar de Cartagena.

"A Cartagena llegué trasladado desde Pichicui, en La Ligua. En Linares, que era la ciudad en donde vivía junto a mis padres, antes de salir de cuarto medio tuve que entrar a hacer el servicio militar. Estuve luego en la Escuela Militar y desde ahí me trasladaron a La Ligua, donde estuve cuatro años de cocinero en un regimiento donde la Escuela Militar realizaba maniobras de instrucciones. Y ahí surgió la posibilidad de venirme como administrador de este terreno que era una colonia de vacaciones que tenía cabañas y que funcionó hasta la década de los ochenta", cuenta Julio Bravo.

Como la administración del terreno le otorga una buena cantidad de tiempo libre, don Julio comenzó a darle cuerda libre a la imaginación y a la creación. En su taller que tiene afuera de su casa trabaja cada vez que tiene una idea en la cabeza.

"A veces pienso algo toda la noche y me despierto a las siete de la mañana para empezar a desarrollarla. O cuando es de noche, prendó la luz que tengo y me quedo trabajando. Además que me armé una casita en un árbol a la que le puse una tele y un sillón donde duermo siesta todas las tardes durante una hora", explica.

Tras haber realizado los arreglos para el jardín, quiso hacer más creaciones con neumáticos desechados. Así fue cómo comenzó a darles forma a cisnes, tucanes, y diferentes otros pájaros.

"Estábamos buscando las imágenes de los flamencos para una tarea de mi hija en el celular, cuando aparecieron unos flamencos con materiales desechables en el buscador y tomé esa idea para hacer algo parecido, ya que me parecían muy bonitos", reconoce don Julio, quien después de ver las imágenes en el internet del teléfono móvil, se puso manos a la obra.

En tres o cuatro días, les daba vida a creaciones tales como un cisne de cuello negro, un flamenco de cerca de dos metros de altura, un tucán y unos papagayos. Todas son armadas solamente con neumáticos que va a buscar personalmente a una vulcanización que queda cerca de su casa. "Tomo la carretilla y voy a una vulcanización que está cerca del estadio de Cartagena. Ahí cargo una buena cantidad de neumáticos que no se pueden usar y me vengo de vuelta. Para cortarlos tengo una técnica que es mojar un poco con una mezcla de agua y lavalozas el cuchillo y así voy formando los moldes para ir armando los animales", afirma.

-¿De dónde sale toda esa imaginación y su amor por los animales y la naturaleza don Julio?

-Me marcó mucho cuando era chico mi paso por el Grupo Scout Don Bosco de Linares, donde estuve casi toda mi adolescencia, hasta que me tuve que ir al servicio militar. Aprendí muchas cosas en esos años de scout, como cocinar, trabajar, salir a caminar por los cerros y, sobre todo, respetar y amar a la naturaleza.

-¿Ha tenido ofertas por algunas de sus creaciones hechas con neumáticos reciclados?

-La verdad que he tenido. Aparte que ahora que puse a los animales a orillas del humedal de San Sebastián los puede ver más la gente desde el puente, entonces algunos preguntan. Lo único que vendí hace poco fue una moto que armé con neumáticos, pero porque fue una petición especial que me hicieron.

-¿Sus creaciones son únicas en la provincia?

-Es que nadie más hace estos modelos, porque yo hasta los detalles de los ojos los realizo con neumáticos de carretilla. Estos últimos tres años lo he pasado muy bien realizando estas creaciones con materiales reciclados, así que espero mantener en esto por un buen tiempo.