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Los 20 años en "La Estrella" de nuestra amiga Lorena Pereira

Es la funcionaria más antigua de este diario. Todos los días se dedica a escribir las noticias de salud y educación que usted ve en nuestras páginas y ayer fue premiada por cumplir dos décadas al servicio del periodismo y la región.
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Equipo Diario La Estrella

Lore, ¿qué se siente llevar veinte años en el diario?

Lorena Pereira Molina se toma unos segundos para responder. Sobre la mesa hay ramos de flores, unos chocolates y una medalla que atestigua los 20 años que ella lleva como periodista en "La Estrella", un dorado reconocimiento que le entregaron ayer en la ceremonia de cambio de folio de "El Mercurio de Antofagasta". Hasta a ella le sorprende el número y toda esa vorágine de abrazos que recibió de sus compañeros de trabajo, porque lo seguía sintiendo como otro día normal de trabajo.

-Nada- dice entre risas. -Es que no siento como fueran veinte años, pareciera que fue ayer. No se siente el peso del tiempo, todo es tan rápido que tú te vas perdiendo...

En las últimas dos décadas, Lorena ha pasado por todos los frentes de la noticia: espectáculos, deportes, policial, crónica, etcétera. Ha visto pasar cuatro alcaldes de Antofagasta, tres terremotos, cinco gobiernos y cientos de periodistas por esta redacción. Incansable, Lore llega todas las mañanas con un dato sobre crónica, sea salud o educación o policía, las áreas que cubre actualmente.

Salvo para los aniversarios, poco se habla de quienes están detrás de las noticias. De hecho, si fuera por la Lore, esta nota jamás habría salido. Ella es de esas colegas que creen que el periodista no debiera por qué ser la noticia. Lorena es sencilla y lo más bajo perfil que hay, como ella misma se autodefine cuando le pedimos un tiempito para hablar sobre esos veinte años de historia que lleva con nosotros.

Veinte años

Lorena aún estaba estudiando en la universidad cuando entró a La Estrella del Norte, a finales de 1993. En esa época, cuando los computadores recién se integraban a la ajetreada rutina periodística, los periodistas se quedaban hasta muy tarde escribiendo textos y bajando cada cierto tiempo al primer piso del edificio de El Mercurio para ir viendo con los diseñadores cómo iban a salir las noticias del día siguiente.

Muchos periodistas que recién empezaban no partían con contrato altiro, sino que los llamaban para hacer reemplazos en días cuando faltaba uno. A Lore partieron pasándole comunicados de prensa que usualmente nos llegan desde las instituciones y los iba redactando en el diario. Por esa pega le pasaban unos 30 mil pesos de la época.

Lorena tuvo que esperar hasta el 96 cuando por fin le ofrecieron pasar a planta, cuando los tres diarios (Estrella del Norte, Loa y Prensa de Tocopilla) eran dirigidos por Caupolicán Márquez Vergara, con Verónica Moreno como jefa de informaciones.

"¡Veinte años la Lore!", dice sorprendida Moreno, hoy directora de El Diario Austral de Valdivia. "Era una niña súper trabajadora, muy profesional. Una persona súper confiable más que todo. Era un buen elemento de trabajo, colaboradora con los editores que tienen una pega más pesada", dice.

Como periodista, Lorena las hizo todas. Escribió con la misma dedicación sobre el terremoto del 95 como de las elecciones de la Reina de Antofagasta. Y aunque fueran las doce de la noche, en ese tiempo los diarios cerraban mucho más tarde y volvía al diario a escribir, armar las páginas e irse recién a su casa de madrugada.

Desde su parcela en Ensenada -un sector rural a 13 kilómetros de Los Vilos-, don Caupolicán Márquez recuerda que nuestra amiga quedó trabajando acá por su buena disposición a cubrir todas las áreas que le dieron. Si había que escribir sobre deporte, bueno, ahí estaba la Lore.

"Llegó como estudiante en práctica y se ganó el puesto de periodista por su trabajo, su reporteo y por cómo se integró tan rápidamente al grupo humano", cuenta el que fuera nuestro director hasta el 97, cuando se fue a "La Estrella de Iquique".

"Ella era una colega muy abierta para compartir. Compartíamos mucho las ideas, planteamientos. Si había que corregir cosas lo conversábamos, ella también aportaba su punto de vista", cuenta David Doll, periodista que compartió con Lore a finales de los noventa y hoy director de "La Estrella de Arica".

"Además de compañera de trabajo, Lorena ya es parte de mi familia. Yo llegué hace 17 años al Diario y la Lore ya estaba, hemos tenido buenos y malos momentos... como toda familia, pero seguimos manteniendo el mismo cariño", reflexiona Richard Araya Díaz, actual jefe de información de este Diario.

Explica que Lorena es el mejor ejemplo de un reportero de terreno, ese que se crió en la calle con el lápiz y una libreta y que no necesitaba de nada más para hacer su pega. "Esta es una profesión muy especial, a veces muy ingrata e injusta, por eso los lazos que se crean entre los colegas son especiales y muy sinceros", recalcó.

Buena persona

Lorena siempre ha destacado por su calidad humana con todos los que hemos ingresado a esta redacción. Siempre cariñosa, amable y atenta a colaborar con los demás, nuestra colega sigue todos los días llegando a la redacción de este diario, dispuesta a salir a la calle a buscar la noticia con la misma sonrisa que hemos visto generaciones de periodistas en Matta 2112.

-¿Qué le dejan estos años?- pregunta "La Estrella".

-Me quedo con el cariño de muchas personas, de muchos compañeros. Más que la pega -porque pega es pega-, con las personas que trabajé, que aprendí, que hice amistades, que formé lazos, con eso me quedo- dice.