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El día que Bielsa visitó La Chimba

El ex DT de la Roja hizo de las suyas en el campamento, donde llegó a visitar a su amigo el padre Felipe Berríos.
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Ricardo Muñoz Espinoza

Sólo el nombre de Marcelo Bielsa causa revuelo y no es para menos. Siempre estará en los recuerdos de todos los chilenos el haber convencido a todo un país que la Roja estaba para cosas grandes y que se le podía ganar a cualquiera. Nunca se borrará esas clasificatorias al Mundial de Sudáfrica 2010.

La personalidad de líder del rosarino jamás pasó desaparecida, por algo se ganó el sobrenombre de "El Loco". Y fiel a su estilo, el ex técnico de la Roja revolucionó ayer a Antofagasta con una visita sorpresa.

Que lo habían visto en el mall, en la calle. Bielsa llegó casi como un ciudadano más y fiel a su estilo, en hermetismo, lejos de la prensa.

De inmediato surgieron los rumores pero al final se confirmó: el rosarino arribó sorpresivamente para acudir a encontrarse con el padre Felipe Berríos, en el Campamento Luz Divina VI, en La Chimba.

Anoche estaba programada la ceremonia de inauguración y graduación de los primeros alumnos del Centro de Formación Técnica La Chimba, un galpón en donde alrededor de 50 personas, todos de campamentos y la mayoría inmigrantes, pudieron obtener sus títulos técnicos en corte y confección, peluquería, soldadura, gastronomía y otras especialidades. Es el padre Berríos el que lleva las riendas de este proyecto.

Pero él dice estar sorprendido con la noticia del arribo de Bielsa a la región. "Me enteré por la prensa", dice y al mismo tiempo comenta que hace años son amigos y que mantienen conversaciones por correo electrónico. En uno de esos tantos mails, el presbítero le habría comentado (no lo recuerda bien) sobre la fecha de este evento, pero jamás pensó que se lo tomara tan en serio, como para venir.

Sin mayor revuelo, en silencio, Bielsa llegó hasta el Hotel Terrado junto a su mujer, en donde ayer almorzó y después aprovechó de caminar por la playa Las Almejas.

A eso de las 19:00 horas llegó (como estaba programado) al Centro de Formación Técnica, en el extremo norte. De inmediato impuso autoridad con su presencia y se sentó atrás, desde donde presenció toda la ceremonia de graduación.

Finalmente y en el momento en que Berríos destacaba la importancia de los inmigrantes, alzó la voz: "no me queda más que agradecer a un inmigrante que estuvo aquí en Chile, arreglando el fútbol chileno", donde la ovación no se hizo esperar.

Al final, el sacerdote le agradeció con un regalo especial: un barco en miniatura de los que él mismo confeccionó, y que llevaba por nombre "La Chimba", aquel nombre que quedará por siempre en la memoria de quien hizo historia en la Roja.

"No me queda más que agradecer a un inmigrante que estuvo aquí en Chile, arreglando el fútbol".

Felipe Berríos, sacerdote"