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A pesar de enfermedad llegó a ejercer su voto

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Raquel Lepe de 83 años, es una simpática "nonita" que pese a su impedimento físico igual llegó a cumplir con su deber cívico.

La querida abuelita estuvo acompañada por su nieta Belén, ambas concurrieron hasta el Liceo de Niñas de Antofagasta para que Raquelita ejerciera su derecho.

"Yo he votado durante toda mi vida, desde que pude hacerlo (...) llevo más de 50 años votando y nunca he fallado", comentó orgullosa.

Si bien, actualmente padece un artrosis que afecta a ambas piernas, pero esta enfermedad no la detuvo a la hora de cumplir con su deber. "Esto es una responsabilidad que todos tenemos, no podemos quedarnos en la casa y no votar. Me gusta la democracia, me gusta los cambios de Gobierno, y me gusta que marche bien el país", dijo.

Sobre los que se abstuvieron de los comicios, Raquelita es categórica al señalar que es una "irresponsabilidad", ya que "más adelante se darán cuenta de que era importante el voto de cada uno de ellos para cambiar el país y las cosas que andan mal", finalizó.

la voz del pueblo

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Daisy Legua Turista

Estaba en Antofagasta por temas personales, pero aseguró que aunque estuviera en su ciudad, "no votaría por que no creo en los políticos".


Omar Barraza Antofagastino

"Yo voté en la mañana porque es nuestra responsabilidad, si queremos que cambiar lo que nos molesta", comentó.


José Oyarzún Bañista

"No pude votar porque estoy inscrito en La Ligua, si me hubiera cambiado tampoco habría votado ¿porqué? porque no hay cambios reales".

Pese a las elecciones, vecinos igual disfrutaron del mar y plazas

Algunos adelantaron las votaciones para disfrutar del sol, otros llanamente pasaron de largo.
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M.José Alanís Pozo.

Mientras los antofagastinos acudían lentamente a votar en alguna de las 768 mesas dispuestas para los comicios de las Municipales 2016, otros aprovechaban el feriado electoral para disfrutar del sol y la agradable temperatura que ofrece el norte del país.

"no estoy ni ahí"

Con 19 grados de temperatura, José Oyarzún llegó junto a su familia hasta el Balneario Municipal de Antofagasta, y según contó no está "ni ahí" con votar , ya que no ha visto grandes cambios.

"No pude votar porque estoy inscrito en La Ligua, y si hubiera tenido la oportunidad tampoco lo hago (...) no hay cambios", dijo.

Una mirada parecida es la que tiene la turista, Daisy Legua, quien junto a sus familiares se encuentra de paso en la Perla del Norte. Como otros antofagastinos decidió disfrutar del mar.

"Somos de Calama, venimos a Antofagasta a hacer trámites. No me llama mucho la atención las votaciones porque me siento desilusionada de la política (...) preferí aprovechar mi estancia en Antofagasta para disfrutar este lindo sol y lo que no hay en Calama: las playas", comentó.

A ello, Legua agregó que "votar no te asegura que los cambios se harán".

"Yo voté"

Roberto Sierra se levantó temprano y acudió a votar a una escuela de la Población Coviefi, para luego dirigirse con su pequeño hijo hasta el Parque Brasil. "Yo voté temprano a una escuela de Coviefi y luego me vine para acá (Parque Brasil) con mi hijo... hay que aprovechar el feriado".

En esa misma línea, el joven padre fue categórico al destacar la importancia de ejercer el voto. "Si queremos un cambio tenemos que votar, no sirve sólo quejarse", sentenció.

Al igual que Roberto, Marcos también adelantó su votación para aprovechar la calurosa jornada. "Aproveche la tarde con mis hijos", manifestó.

"A última hora supe que sería vocal"

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No lo podía creer. Gabriela Améstica de 21 años no podía creer la mala suerte, tras revisar a última hora la página del Servel.

"A última hora supe que sería vocal", aseguró.

Cuando vio su nombre y la designación quedó "mal" y más aún, cuando creyó que se había "salvado".

"Cuando vi que había quedado como vocal de mesa, primero sentí sorpresa, luego pensé: porque yo, porque a mi (...) tenía que venir no más", contó.

A raíz obligación, Gabriela sólo "asumió" su responsabilidad y por primera vez, tuvo que ejercer su oficio como vocal. Era eso, o tener que pagar una multa que sobrepasa los 250 mil pesos.

"Lo que me llama la atención es el gran número de adultos mayores que vienen a votar, mientras que los jóvenes no", detalló.

Sobre si le gustaría volver a desempeñar este cargo, la joven fue enfática al asegurar que "ojalá que no".