Cartas
A la opinión pública
Como madre de una participante en el concurso de Reina de Tocopilla, quiero manifestar mi profunda molestia e impotencia, al ver los malos manejos y tratos déspotas y descalificatorios hacia mi hija Krishna Castro Aguilera, quien resultó en el tercer lugar y es actual virreina de Tocopilla, en donde le corresponde participar protocolarmente en los actos de aniversario.
Mi deseo es expresar, como madre, que este concurso versión 2016 ha carecido de ética, por cuanto se produjo una situación, en donde 5 minutos antes de salir al escenario el sr. Carlos Zepeda Pérez toma la determinación de dejarla en 4° lugar, por las votaciones a través de Facebook. Allí Krishna fue cuestionada por el hermano de una candidata, quien en forma prepotente realiza sus descargos a la organización y a informática del municipio, asegurando que mi hija compró votos y hackeó la página en cuestión, arrogándose una inteligencia superior, lo que hizo que se percatara de esta situación, acusación que es totalmente falsa.
En este tema deseo detenerme, ya que se revisó según el sr. Zepeda, voto a voto con informática la posibilidad de hackeo, lo cual era imposible según sus mismos dichos. Cabe señalar que también acudió a un ciber para descartar los dichos.
Mi hija queda con 3.000 puntos sobre las demás candidatas. Luego el sr. Zepeda toma la mala y arbitraria determinación de dejarla en 4° lugar, jactándose que la última palabra la tenía él, lo que devastó a Krishna y claramente la sometió a un estrés gratuito, lo que significó que no tuviera el mejor desempeño al contestar la pregunta en la noche final.
Aún así gana en pasarela, luciendo un hermoso vestido de gala, pese a todo lo ocurrido minutos antes en los camarines y durante el día por la denuncia gatillada por el hermano de la candidata.
Mi intención como madre de una participante es advertir a las futuras candidatas que en esta administración no se respetan las bases, siendo los amigos y cercanos de esta gestión quienes manejan a su antojo los tiempos y decisiones, dejando en un último lugar el respeto y la opinión de los jurados del concurso.
Todo lo anterior es mi opinión personal, la que puedo respaldar con antecedentes válidos de lo ocurrido.
Cualquier madre en mi lugar haría lo que yo, una declaración pública que transparente lo que realmente ocurre detrás de escenario.
No es llegar y difamar, tampoco acusar y ofender gratuitamente, porque junto con una candidata, se encuentra una familia, un barrio y amigos, quienes también se sienten perjudicados e impotentes al ver que hasta en este concurso se opera como una verdadera mafia.
Vivian Aguilera Acuña