Rousseff declara en juicio político: "No cometí ningún crimen"
La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, presentó ayer sus alegatos en el juicio político que se desarrolla en su contra. Ante el pleno del Senado, integrado por 81 parlamentarios, dijo que "estamos a un paso de la consumación de una grave ruptura institucional, de concretar un verdadero golpe de Estado".
Acompañada por el ex presidente Lula Da Silva, articuló un duro discurso frente a los senadores.
La mandataria es acusada de haber realizado gastos sin la aprobación del Congreso y de haber postergado pagos a la banca, para manipular las cuentas públicas, en el período previo a su reelección de 2014. Al respecto, Rousseff aseguró que "vengo para ver directamente a los ojos a sus excelencias y decir, con la serenidad de los que nada tienen que esconder, que no cometí ningún crimen de responsabilidad. No cometí los crímenes de los cuales soy acusada injusta y arbitrariamente".
Añadió que "jamás he tomado dinero para beneficiarme a mí misma, ni a mi gobierno. No tengo fondos afuera de Brasil y siempre he sido honesta sobre todas mis posiciones en el gobierno".
Respecto de una eventual destitución, dijo que lo que está ocurriendo son "pretextos para permitir un golpe a la Constitución, un golpe que, si es consumado, resultará en la elección de un gobierno usurpador".