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Canallada

Definitivamente los políticos tienen cada vez peores asesores, por que de lo contrario cuesta entender que Osvaldo Andrade haya salido a hablar tanta tontera junta. Honorable, podría practicar ese dicho que dice "calladito más bonito".

Una de las cosas que dijo el además exministro del Trabajo, es decir quien fue encargado de velar por el bienestar de todos los trabajadores de este país, es que si lo querían atacar, entonces que fuera directamente a él y no a su familia porque esto le parecía una "canallada".

Quizás era solo mejor solo decir "esto está en mano del organismo contralor y prefiero no pronunciarme sobre el tema", porque nosotros, el resto de los chilenos comunes y corrientes que tiene pensiones de hasta 70 mil pesos, sí sentimos que es una canallada ver la pensión que tiene su señora. Porque sí encontramos una canallada que siendo diputado apruebe un aumento del sueldo mínimo miserable y que hará que nuestros últimos días que deberían ser de goce, sean una pesadilla para poder sobrevivir, mientras usted y su mujer viven rodeados de lujos. Señor Andrade, eso es una canallada, no que quede al descubierto la verdadera sinvergüenzura de su mujer. Así que no olvide, calladito... Más bonito.

Josefa Martínez


Día de la bandera

La batalla de La Concepción durante la Guerra del Pacífico, es un hecho de armas notable en nuestra historia. Los 77 del Chacabuco nos enseñaron con su ejemplo que "no hay que protestar contra el destino... Hay que vencerlo" y la gloria encuentra su máxima expresión en la entrega de la vida por la Patria, ya sea en tierra, el mar o en cualquier lugar.

El juramento de aquellos jóvenes de hoy se une con el pasado, les exige un mayor compromiso con la sociedad a la cual se deben y pertenecen, ese es el significado más profundo de la Patria.

El patriota no es quien encuentra todo bien en su país, es aquel que notando sus defectos pone todo su empeño y fuerza en corregirlos, en construir y no destruir, en entregar valores trascendentes y hablarles a las nuevas generaciones sobres nuestros símbolos y apasionarse con nuestra historia nacional.

Al igual que esos jóvenes soldados, no olvidemos nuestros sagrados compromisos y menos de nuestras raíces cristianas, para seguir construyendo una nación libre, soberana, respetuosa y en paz.

La vida nos da oportunidades de servir y aportar. De nosotros depende.

Rodrigo Kopaitic Valverde