Casona de la exestación de tren cumplió 100 años
El portentoso inmueble de pino oregón lleva más de 40 años en silencio y numerosos grupos se han organizado para recuperar el espacio histórico.
Cristian Castro Orozco - La Estrella
El 5 de junio de 1916 abrió por primera vez sus puertas la nueva estación de trenes de Antofagasta, la cual fue diseñada a trazo fino por el arquitecto británico Arnold Mitchell, a quien le encomendaron esta tarea dos años antes con el propósito de descongestionar el tránsito indiscriminado de ferrocarriles que por esos años cortaban toda la ciudad.
Desde su apertura fueron generaciones tras generaciones que utilizaron los servicios de esta casona para tomar el ferrocarril, que entre sus destinos tenía las estaciones de Mejillones, Calera, Iquique, Santiago, La Paz (Bolivia) y Salta (Argentina).
Remembranzas
Este último destino es el que recuerda con especial cariño Ivo Kuzmanic, director del Museo Regional de Antofagasta.
"Cuando salí del colegio San Luis en 1969, con mi curso hicimos una gira de estudios a Salta y nos embarcamos en la vieja estación Valdivia. El viaje fue muy entretenido y guardo lindos recuerdos de ese tiempo y de esa estación", cuenta.
Pero los años y el progreso en Antofagasta atropellaron la utilidad de este inmueble, el cual recibió su último convoy en 1978. De esa fecha en adelante solo el silencio e innumerables capas de polvo han sido la única visita que continúa recibiendo la casona de calle Valdivia.
Rescate patrimonial
El edificio se encuentra en dependencias de una empresa privada, y hasta el momento han existido al menos cuatro movimientos ciudadanos para preservar la exestación.
Camilo Kong, presidente del Colectivo Sociocultural Antofagasta Patrimonial dijo que la agrupación ha considerado que esta dependencia sea declarada monumento nacional.
"Como grupo y como antofagastinos siempre hemos estado interesados en la recuperación de ese espacio. Ahora entendemos que no es tan fácil llegar y disponer de recursos para ello pero consideramos fundamental primero, poner en valor esa casona", cuenta.
Por su parte Ivo Kuzmanic dice sentir pena cada vez que ve el inmueble, el cual aún hipnotiza a los turistas que pasan por el lugar debido a que los años aún no le quitan el atractivo y el misterio.
Los arcoíris en la población matta
Sobre el pórtico principal del edificio existe un enorme ventanal de arco de medio punto con un atractivo diseño, sin embargo sus vidrios están en su mayoría quebrados. Pero los vecinos de la población Matta (ubicada sobre la casona) dicen que a la hora del crepúsculo, cuando el sol se alinea con la exestación, los rayos del sol traspasan el ventanal, el cual cuela la luz y la proyecta en múltiples colores sobre la población.