Productividad
Productividad es sinónimo de mejora continua, de innovación; es administración eficiente de los recursos siempre escasos de una empresa, independientemente de su tamaño, para lograr llevar a cabo la visión y misión por la que fue creada y poder crecer en un mercado agresivo, dinámico y globalizado.
Pero también es un barómetro; a los países se les mide en función de su productividad. En la medida que estos son más productivos, también se vuelven más competitivos, más innovadores y, por ende, generan un mejor bienestar a sus habitantes, que es el propósito ulterior de todo Estado.
Todos los gobiernos han estado preocupados de la productividad, pero cuando el crecimiento del país se genera principalmente por la exportación de materias primas, sin mayor valor agregado, la productividad se reduce a ingresos por las ventas de estos productos; la innovación y la mejora continua, quedan guardadas como muy buenas intenciones, y solo parece quedar tiempo para administrar los ingresos que, por lo general se transforman en consumo y poco en ahorro e inversión. Vivir en mercados dinámicos y globales, implica un vértigo tal que lo que ayer fue muy bueno hoy nos puede poner en apuros.