Foto denuncia: Lamentable
Qué pena que los accidentes de tránsito se estén convirtiendo en una constante más en la ciudad, ya que cada semana hay uno en diferentes puntos como el de esta semana que dejó con lesiones a una escolar.
Qué pena que los accidentes de tránsito se estén convirtiendo en una constante más en la ciudad, ya que cada semana hay uno en diferentes puntos como el de esta semana que dejó con lesiones a una escolar.
Si partimos de la premisa que la escuela es el reflejo a escala de la sociedad en que vivimos, por silogismo, tenemos cierto grado de enfermedad manifiesta que tratar, desde nuestra labor como educadores en nuestro espacio laboral, no solo para beneficio de nosotros, sino que para salvar a la sociedad en su conjunto que hoy, en estado de gravedad evidente, nos pide a gritos que de una vez por todas asumamos el rol social transformador de la Educación.
Pero no de cualquier educación, porque ya el neoliberalismo ha formado durante 40 años con la educación del miedo al error, la educación de la culpa, la educación de la ansiedad, de la represión, de la nula discusión y el desprecio por la política y la educación cívica, la educación del abuso de poder, la explotación y la falta de respeto, la educación para normalizar e invisibilizar la pobreza, la educación de la medicalización y la "farmacoterapia", de la competencia individualista y la educación para destruir a los niños.
Ahora, es urgente y necesario, ya no una reforma, sino que un cambio estructural que levante un proyecto de sociedad donde se pueda sostener una educación basada en los principios y valores de la solidaridad, la educación de la justicia social, la colaboración, del bien común, el compromiso, la discusión constante, de la política y la educación cívica. También la educación de los derechos sociales, del niño y el de sus padres trabajadores, y la educación que le de la pelea a la pobreza.
En síntesis, una educación socialista, que entregue las herramientas morales e intelectuales para que estos niños y jóvenes recuperen la autoestima, la esperanza, la alegría, las ganas de vivir. Y ante todo, los sentimientos de amor, amor a la humanidad, amor a la justicia y a la verdad, porque el amor es la máxima herramienta y guía para que las "pequeñas" personas de hoy puedan construir una sociedad nueva con mujeres y hombres nuevos que se amen a sí mismos, amen la naturaleza y a su pueblo.
"Sin amor, la humanidad no podría existir un día más" (Erich Fromm).
Mario Ramírez Flores
profesor de Tocopilla
Muy buena la iniciativa del Centro de Cultura de traer al escritor Jorge Baradit a quien tuve la oportunidad de ver en el mismo centro.
Pensamiento crítico y una mirada diferente es lo que necesita Tocopilla. Es de esperar que personajes con buenos discursos e ideas diferentes puedan seguir viniendo al puerto.
Lector