Cartas
Patricio Aylwin Azócar
Señor director:
El 19 de abril fue un amanecer triste, todo Chile recibió la peor noticia del día, el líder, nuestro líder, nuestro personaje que supo enfrentar los terribles y grandes momentos, partía hacia el lugar más hermoso.
Nos referimos a don Patricio Aylwin Azocar (Q.E.P.D.), hombre de la falange de la Democracia Cristiana. El hombre que tras su gran trayectoria política fue el primer Presidente demócrata, después de tantos años de oscuridad.
Don Patricio fue un político que en toda su vida se dedicó al servicio público. Recordar grandes momentos, arriesgando su integridad física en la época de la dictadura; llegaba a este lugar Tocopilla, a conversar con nosotros a convencernos de que podíamos dialogar y no enfrentar.
En esos años aprendíamos, fue un artífice en la lucha por recuperar la democracia, trabajábamos con mística, sin interesar las horas de entrega hacia nuestros ideales. Don Patricio fue para Tocopilla un hombre que con su bondad supo enfrentar la adversidad indicando que todo tiene que ser equidad, pensando en disminuir la pobreza y no tolerar discriminaciones.
Jamás descalificó, todos teníamos que tener un bien común, deberíamos llegar acuerdos siendo firmes en nuestras convicciones, pero suave y humanos para saber escuchar a la humanidad.
Tocopilla le tiene un gran cariño. Trabajamos en lo más grande que él quería, recoger las denuncias de los atropellos de los DD.HH. para poder dar un poco de tranquilidad a los afectados.
Logramos reunirnos, aunque teníamos diferentes doctrinas políticas y él llegó a presidir el cierre del triunfo del No aquí en la rotonda que hoy se ha transformado en lugar de celebraciones.
Quizás en este momento hay muchos ausentes de esa época, pero los ciudadanos que están y que han legado sus ideas a sus descendientes, conocen y saben de la obra de esta gran líder.
Ojalá que muchos, tanto DC como de otras coaliciones políticas e independientes podamos seguir su ejemplo y practicar el servicio público en bien de los más desposeídos y vulnerables.
Que volvamos a retomar lo que él nos enseñó, que seamos más espirituales que materiales, que enfrentemos los problemas con engrandecimiento, que seamos bondadosos, que escuchemos, que valoremos lo que hay y que busquemos la solución mediante la conversación y el acuerdo.
La Democracia Cristiana hoy le rinde un gran homenaje a este gran estadista, que nos entregó toda su sabiduría por el bien de Chile y su gente.
Democracia Cristiana
Tocopilla