La ballenera
ADELANTO DE "LA ESTRELLA" - Lesley Prieto
Uno
Todos gritan y corren por la borda, tratan de apresar al monstruo rabioso que lucha por su vida.
En sus rostros se puede ver la angustia producto de haber atrapado una presa que duplica el tamaño de la embarcación. Es allí, en ese preciso instante, que Calú aparece, saltando de su escondite y sin decir una palabra se alinea con los hombres que con cuerdas tratan de someter al tiburón. Raúl, su padre, le da un grito que se desvanece entre el caos del momento; está furioso y desconcertado. Por un momento se pierde el control total de la situación. El enorme pez da coletazos con tal fuerza que se siente crujir la nave. Don Manolo hace señas a Raúl para abortar misión. El resto de la tripulación está paralizada ante la imagen inminente de la muerte. Calú grita: "¡No!", mientras toma uno de los extremos de la cuerda que sujeta la cabeza arponeada de la bestia. Cuando comienza a jalar, los hombres quedan impresionados: la niña demuestra una fuerza y arrojo descomunal. Su padre al instante se le une, ya no pensando en el animal irascible; más bien lo hace para que ella no sea lanzada por la borda. Todos sucumben ante el coraje de Calú, y sin mediar palabras se unen en la lucha. Jalan unidos bajo un mismo pulso.
Ese día, con las manos partidas y con la mayor pesca que la caleta pueda recordar, Calú, se gana el apodo de "la Ballenera".
La niña era terca como una mula, así le decía su abuelacuando la reprendía, sobre todo si se proponía zarpar al día siguiente. Era capaz de actuar de forma tan profesional que hasta ella misma se sorprendía. Con tal de escabullirse a altamar, fingía tener sueño hasta el punto en que sus pequeños ojos enrojecían cuando comenzaba a bostezar y estiraba sus delgados brazos color canela, a nadie le extrañaba su cansancio, ya que siempre andaba como un conejito tenso y saltarín jugueteando por todos los rincones. Al irse a acostar se las arreglaba de las formas más sorprendentes para terminar en una de las embarcaciones como polizona, dispuesta a cazar a cualquier bestia infernal que se cruzara en su camino.
Calú vivía discutiéndole todo a su madre, quien trataba de hacer los quehaceres domésticos esquivando al hijo pequeño que jugaba entre sus piernas y, al unísono, al perro patas arriba que buscaba que le acariciaran la panza en todo momento. Eran días buenos, a pesar de que la niña sacaba a Leonor de sus cabales con facilidad. Ella, de manera muy sabia, prefería mirarla en silencio, esbozar una leve sonrisa y, tomándola desde sus hombros, la hacía a un costado para seguir con las interminables tareas del hogar. Realmente no tenía argumentos para rebatirle, y en lo más profundo de su alma aplacada por la cotidianidad, se sentía orgullosa de que su hija fuera tan incisiva con todo lo que se le cruzaba. Incluso le hubiese gustado tener un poquito de esa perspicaz mirada de la vida.
Durante esa tarde la mujer siguió fregando la espalda a su hijo menor, mientras tarareaba una canción de amor.
Nombre: "La Ballenera" (2016)
dónde: Se podrá conseguir durante la Filzic.