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Sumarios en fiscalización por Semana Santa

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Adquirir y consumir productos del mar sólo en locales autorizados, mantener los alimentos correctamente refrigerados y lavar las manos antes de manipular las preparaciones son algunas de las principales recomendaciones que realizó el seremi de Salud (S) Manuel Cortés, en el marco de la celebración de Semana Santa.

La autoridad realizó ayer una fiscalización en el Terminal Pesquero de Antofagasta en donde recordó que se están llevando acciones para prevenir Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) antes, durante y después de la festividad religiosa.

En la oportunidad, Manuel Cortés dio a conocer que hasta la fecha se han realizado 61 fiscalizaciones, en donde se cursaron cinco sumarios y una prohibición de funcionamiento, asociadas a deficiencias sanitarias en general, presencia de vectores, problemas en los equipos de frío y elaboración de alimentos no autorizados.

El personero recordó que todos los productos envasados, congelados o cocidos, deban estar rotulados y con la fecha de consumo vigente y los tarros de conservas no deben encontrarse abollados u oxidados.

Taltal: la comuna más golpeada por las lluvias

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En cifras, el temporal dejó en total 28 fallecidos, considerando a la Región de Atacama, que fue la más afectada.

Sólo en la comuna de Antofagasta durante el 25 de marzo se registraron 24,4 mm de agua caída, superando en 1.435% en la media, según los datos que dio a conocer en dicho momento la Dirección Meteorológica de Chile y que corresponde a 14 años de lluvia para esta zona.

Taltal fue la comuna más golpeada en donde se registraron 35 mm de agua caída, dos aludes que causaron millonarios daños, además de miles de afectados.

El Ministerio de Obras Públicas informó que las siete piscinas aluvionales permitieron que la emergencia no registrara mayores daños, al contener 228 mil 250 metros cúbicos de aguas lluvia y material de arrastre. Tras la emergencia, se construyeron otras cuatro pozas decantadoras y enrocados de protección, además de la recuperación de todas las rutas dañadas que conectaban hacia dicha comuna, invirtiendo más de 15 mil millones de pesos por parte del Gobierno Regional.

"Fue atroz y me da pena recordar la catástrofe"

A un año del peor temporal que se registró en Antofagasta, la vecina de calle Puerto Natales, Carla Alvarado, revivió cómo el agua y el barro arrasaron.
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Ricardo Muñoz Espinoza

Carla Alvarado se emociona cuando recuerda lo que vivió hace casi un año en su misma casa de la calle Puerto Natales. Mañana se cumple un año de la catástrofe que golpeó con fuerza al Norte Grande, donde la Región de Atacama fue la más afectada, pero Antofagasta también recibió la fuerte embestida de la naturaleza.

Desde el recordado aluvión de 1991 que los antofagastinos no se enfrentaban a una catástrofe de diga magnitud, la cual cobró la vida de dos vecinos, además de miles de albergados y cerca de 50 mil personas que fueron evacuadas de las riesgosas quebradas Uribe, Farellones, Jardines del Sur y La Chimba.

Verdaderos ríos de agua y barro avanzaban con todo a su paso por varios sectores, siendo los más afectados los campamentos y también poblaciones del sector norte y alto.

La casa de Carla, junto con varios vecinos de la calle Puerto Natales, fue una de las más golpeadas. La acumulación de agua inundó cada una de las viviendas, dejándolas inhabitables.

"Estaba yo en la pieza con los niños y mi papá me dice 'Carla se está entrando el agua'...yo no imaginé que fuera tanto, pero cuando vi la habitación, parecía un mar adentro. Perdí todas las cosas de mis hijos", recuerda la vecina que durante la entrevista no puede evitar mostrar lágrimas.

"El agua me llegaba hasta la cintura", dice la pobladora y agregó que arrasó con todas las cosas de la casa. Pero lo más riesgoso es que producto de la lluvia, uno de los cables del tendido eléctrico cedió y al tomar contacto con el río de barro, ocasionó que la vivienda quedara electrificada.

"Yo tome uno de los barrotes de la ventana, no sabiendo que la casa estaba con electricidad, y me dio la corriente...con suerte me soltó ", añade.

El relato continúa con los recuerdos de cómo fue luchar contra el agua que no paraba de ingresar hasta el inmueble, pese a usar baldes, además de contar con la ayuda de Bomberos para combatir la difícil situación.

"Fue atroz, me da pena recordarlo porque nosotros con esfuerzo empezamos a recuperar las cosas", añade y al mismo tiempo agradece que sólo sufrieron daños materiales.

En esta calle y casi al llegar a Huasco, posterior a los días de intensa lluvia el municipio inició un plan de emergencias frente a los daños, en donde se levantó un muro justo frente a las casas afectadas del sector para enfrentar de mejor forma una situación similar.

"Sufrimos un daño terrible"

El padre Carla, Baltazar Alvarado, también enfrentó ese momento. "Fue peor que el aluvión de 1991, hubo un río que ingresó por toda la casa. Fue dramático, se perdió todo y entonces de alguna forma salimos adelante nuevamente. Somos cinco familias que sufrimos un daño terrible", agrega el vecino y además hizo un llamado a las autoridades a revisar un proyecto de instalación de alcantarillado para aguas lluvias.