Ignacio Araya Chanqueo
Después de un par de horas manejando desde Taltal, a eso de las 5 de la tarde del jueves, Sebastián García por fin estaba a punto de alcanzar La Negra, última parada de la Ruta Panamericana antes de entrar hacia Antofagasta. Estaba conduciendo cuando a lo lejos, junto a un letrero caminero, le llamó la atención un bulto rectangular, paró el auto y se bajó a mirar, de pura curiosidad. Ahí se topó con que el bulto era un ataúd vacío con su tapa, tirado en la mitad del desierto de Atacama.
¿De dónde apareció un cajón acá, tan lejos? "Nos bajamos a ver si tenía manchas de haber sido usado, pero no... al parecer era nuevo", cuenta Sebastián, quien esa misma tarde publicó en Facebook la foto del solitario ataúd. "Según lo que he leído de los comentarios, mucha gente comentó haber visto camiones llenos, transportando cajones mal amarrados... creo que así tiene que haber pasado", dice sorprendido.
"Oh, ¿y esto lo encontraron en el desierto? ¡Qué raro!", dice Ana Cortés, encargada de Funerales Sarmiento, tan sorprendida como Sebastián cuando encontró el cajón en medio de la nada. Preguntan si había algún indicio de un cadáver adentro y la respuesta es no. "Es la primera vez que veo algo así", explica.
-¿Qué cree usted que pasó?
"Tiene que habérselo caído a alguien pues. Hay camiones que son cerrados con candados, como hay otros que les ponen una lona no más y los amarran. Entonces se les cayó ¿qué otra cosa puede ser?"
Leonor Maluenda, de la funeraria Nuevo Amanecer, dice que el asunto es muy extraño. Junto al equipo de trabajadores mira la foto que publicó Sebastián García en Facebook y la examinan. "Es una Makeline", concluyen. Un ataúd muy parecido está dentro, en el mostrador. "Es raro, porque los camiones que vienen con urna vienen cerrados. Todo cerrado, las urnas vienen en bandejas. Entonces que se caigan... me llama la atención, porque todo viene cerrado con llave", explica doña Leonor.
La aparición de ataúdes vacíos tiene un par de antecedentes previos: en octubre de 2014, un par de vecinos de la comuna de La Granja, en Santiago, caminaban tranquilamente cuando se toparon con un cajón vacío en plena esquina de La Serena con Victoria.
Los vecinos, alarmados, llamaron al Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) para que investigara, porque el féretro al parecer tenía rastros de sangre. Sin embargo, al final, la famosa sangre sólo eran huellas de óxido...
490 mil pesos cuesta este modelito, el "Makeline". Viene con un tallado en su tapa.
2014 En octubre de ese año apareció otro ataúd fantasma, en una esquina de La Granja.