"Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy seguro". Esa frase célebre de Albert Einstein se repite hasta estos tiempos. Porque claramente hay todo tipo de gente y, por cierto, gente sumida en su estupidez y egoísmo.
Eso piensas cuando ves a personas tomándose fotos con animales salvajes o semi salvajes desde el hábitat natural de estos. La indignación recorre tus venas y piensas: "Es que no puede existir gente tan egoísta". ¿Qué pasa por la cabeza de una persona que va paseando por una playa, ve un delfín en el mar y lo toma para sacarse una foto? Quizás será un tremendo acontecimiento en su aburrida vida, así que lo toma para sacarse una selfie. ¡Y todos piensan así! ¡Hacen fila para sacarse una foto, todos quieren! Se agolpan esperando ansiosos su turno, para así también tener una imagen del mini delfín.
Pero nadie se detiene a cuestionar el bienestar del animal. Nadie dice: "Oye, ¿el delfín estará bien? ¿Necesitará agua? ¿Se sentirá estresado? ¿Le estaremos haciendo daño? Nadie, en un grupo de 20 personas tuvo una pizca de empatía en el caso de ese delfín pequeño. Nadie fue capaz de pensar en ese ser que era asfixiado y que pasaba de mano en mano. Todos siguieron la corriente y usaron al animalito para sus propios intereses.
Un caso similar pasó con el cisne que acaba de morir en Macedonia: una mujer decidió arrastrarlo desde el agua hacia la orilla, mientras el animal ponía toda la resistencia posible. Y cuando ella abandonó el lugar, el cisne murió. Da rabia.
Y a partir de estas tragedias, podemos hacer el ejercicio de pensar: ¿Qué lleva a esas personas a cometer semejantes actos? ¿Por qué se creen con el derecho a disponer de un animal para fines egoístas? ¿Cómo es posible que lleguemos a la crueldad por una foto? ¿En qué tipo de sociedad nos hemos convertido, que no nos importa qué le pasa al de al lado?
Hacemos lo que sea por ser los dueños de una imagen en las redes sociales y tener comentarios de nuestros amigos, para lucirnos como "choros", como "bacanes".
Es vergonzoso y repulsivo. Debemos estar más conscientes y atentos con este tipo de conductas; merecen que las reprobemos con fuerza y debemos entender que no somos el centro del mundo. Los animales no son objetos inanimados para que hagamos lo que sea con ellos solo por un "Like".
"Los animales no son objetos inanimados para que hagamos lo que sea con ellos solo por un "Me Gusta"».
Ojo: NUNCA HAY QUE DARLE CHOCOLATE A NUESTRO PERRO
De todos los alimentos que comemos a diario y que a veces pensamos en compartir con nuestros perros, el chocolate es el peor, lejos. El chocolate contiene cafeína y teobromina, dos productos que no afectan a los seres humanos, pero pueden dañar seriamente a nuestras mascotas. Si lo comen, los perros pueden sufrir vómitos, deshidratación, dolores abdominales, agitación severa, arritmia, fiebre, convulsiones y hasta la muerte.