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La historia y la ciudad a ojos de famoso escritor

Jorge Baradit, autor de Historia Secreta de Chile reflexiona sobre el rol que tubo Antofagasta durante la Guerra del Pacífico, y como esta marcó al puerto.
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Cristian Castro Orozco - La Estrella de Antofagasta

El 14 de febrero es una fecha que no solo despierta los sentimientos amorosos dignos del San Valentín, sino que también, al menos para tres países, marca un punto de inflexión en sus historias y también en sus geografías.

En Antofagasta, en ese día se celebra el aniversario de la ciudad, conmemorando específicamente la toma del puerto -en ese entonces boliviano- por parte de las tropas chilenas, en lo que sería el primer movimiento militar que daría paso a La Guerra del Pacífico.

Concepciones

Los acontecimientos de este episodio provoca en algunos orgullo patriótico, en otros resentimiento y para unos poco el tema les es ajeno, sin embargo para el escritor porteño Jorge Baradit, quien el año pasado publicó Historia secreta de Chile, libro que fue -y sigue siendo- un best seller en todas las librerías del país, el asunto no le da igual, de hecho, dice que lamentablemente, muchas personas ni siquiera saben los motivos de por qué se generó el conflicto.

"Cuando tu preguntas en las escuelas, ¿Cómo comenzó la guerra del pacífico? Muchos no tienen idea del por qué. Nadie te va a decir que Bolivia, por derecho soberano sube los impuestos, y los ingleses dueños de las salitreras, más los políticos chilenos de las altas esferas que tenían intereses en esas salitreras arrastraron a todo un país a una guerra", dice Baradit.

Este controvertido episodio de nuestra historia, y muchos otros Baradit los expone en su publicitado libro, en donde cuenta la historia utilizando la narrativa como su principal herramienta literaria.

La marca de la ciudad

Cuando se le pregunta al escritor ¿cuál es el episodio histórico que más le llama la atención de la ciudad? Este no titubea.

"Antofagasta tiene desgraciadamente un poco de esa marca -de la guerra- de nacimiento. Fue la cuna de una situación en la cual, países que no estaban realmente involucrados y que eran hermanos, ahora están separados por sus propios políticos. Me llama la atención ese pasaje y me duele mucho", dice.

¿Qué opinas de la formación de historia que se les da a los estudiantes?

-Hay dos cosas. Primero la historia que se enseña debe ser la historia de verdad. Los investigadores e historiadores hacen su trabajo, pero cuando el contenido baja a los textos escolares se producen modificaciones y tergiversaciones. Lo otro es que se deben incorporar herramientas nuevas de aprendizaje. Ahora los niños no son meros lectores, sino que también son entes audiovisuales.

Esta concepción de los episodios acaecidos hace más de cien años atrás no es tan particular, ya que se enlazan con las críticas que las nuevas generaciones realizan sobre ciertos acontecimientos y personajes históricos, los cuales por muchos tiempo gozaron de un sitial casi incuestionable, y que hoy, debido a las afiladas plumas de escritores como Baradit o historiadores como Gabriel Salazar, le han dado la vuelta a su rol en la historia.

"En Chile tenemos una región completa con el nombre de un dictador, Carlos Ibáñez del Campo, un golpista que fue elegido por el pueblo básicamente por desconocimiento o ignorancia", cuenta el destacado escritor.