Nicolás Labra G.
Juan Antonio Pizzi dejó el León mexicano después de cuatro fechas disputadas en el Clausura 2016. Su periplo durante enero fue positivo: tres triunfos y una derrota con nueve goles convertidos y seis en contra. Pero, pese a la imagen con que se fue, su recuento global en el equipo está más marcado por la irregularidad que por un gran rendimiento en cancha.
El argentino llegó al club a fines de diciembre del 2014 para asumir en el Clausura 2015, reemplazando a Gustavo Matosas, quien consiguió un bicampeonato con el club. El debut fue desastroso después de que concluyeran penúltimos con 16 puntos merced a cuatro triunfos, cuatro empates y nueve derrotas. Después de caer en la penúltima fecha ante Puebla, Pizzi explotó y fue duro con su equipo: "Como estamos jugando ahora, nos gana cualquiera", dijo. En el Apertura 2015 mejoró y el equipo quedó tercero con 30 puntos. Además, llegó a la final de la Copa MX a fines del año pasado, en la que cayó 1-0 ante Chivas.
Equipo desequilibrado
Entre las principales críticas que recibió Juan Manuel Pizzi, destaca el desequilibrio del equipo. Demasiado ofensivo de mitad de cancha hacia arriba, pero con serias falencias en su defensa. Lo que concluyó en que su paso global se sellara con 25 victorias, 20 derrotas y seis empates en 51 partidos.
"Yo esperaba más de Pizzi. León en un partido metía cinco goles, pero al siguiente le metían esos mismos cinco. No tenía un equilibrio y no defendía bien", ejemplifica a La Estrella Jesús Hernández, periodista mexicano de La Afición.
En el país azteca pensaron que el mismo fútbol que desplegó con San Lorenzo se replicaría en León, pero Pizzi nunca pudo cuajar a la perfección su idea ofensiva, la que generalmente propone un volante central, extremos abiertos y un nueve referencial, como lo fue, por ejemplo, Mauro Boselli. "Teníamos la idea de que iba a ser un León espectacular. Un equipo como fue el de San Lorenzo, donde salió campeón. Quedé con ganas de ver un fútbol más revolucionario", agrega.
Problemas defensivos
Bajo su mandato, el León anotó 71 goles, pero recibió 74, por lo que la defensa fue uno de los mayores problemas del club, algo en lo que deberá poner especial hincapié en Chile, considerando la escasez de defensas.
"No logró nunca tener una solvencia defensiva y recibió tres goleadas en un semestre. El problema fue que cuando llegó Pizzi se fue Rafael Márquez, y no es lo mismo Guillermo Burdisso que Márquez, un líder en la defensa", explica Hernández, de cara al trabajo de Juan Antonio Pizzi en México.
2016 el Torneo de Clausura fue el último campeonato de Juan Antonio Pizzi en México.
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