Cristian Castro Orozco. - La Estrella de Antofagasta

T olerancia, integración, compañerismo y respeto son tal vez los términos adecuados para describir las enseñanzas que nos dejará las aventuras de un niño boliviano llamado "Memudo", un pequeño que, viviendo su mas tierna infancia, le toca vivir uno de los acontecimientos históricos más importantes de nuestra región y de nuestro país. La Guerra del Pacífico.

Este es el emocionante relato que un grupo de realizadores locales traerán a la pantalla grande con la producción del cortometraje "Memudo", la historia del mencionado pequeño que tendrá como telón de fondo una fecha que marcó el destino de 3 países y que ahora, bajo una nueva perspectiva cuya base será una historia de ficción de la escritora local Gloria Pedraza, prometen entregar una nueva mirada al espectador.

Memudo, como apodan al pequeño, es un niño boliviano mudo, quien al no poder expresarse a través de las palabras, hace notar sus necesidades con las mas alocadas ocurrencias, viviendo sumergido junto a sus amigos en un mundo de completa inocencia muy en paralelo al real, en donde las diferencias políticas y administrativas de terceros empujaron a que este pequeño altiplánico fuese testigo en primera persona de la primera fase de la guerra, la cual transcurrió entre Mejillones y Antofagasta, ciudades en donde se rodó el corto.

producción

La realización de este cortometraje, el cual se espera estrenar durante los últimos días de marzo, se está financiando gracias al aporte del 2% Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y también a la colaboración de los mismos artistas del proyecto, quienes han manifestado sentirse muy contentos por ser parte de la emocionante propuesta audiovisual.

Según manifiesta Iván Ávila, productor general de la cinta, "todos quienes se encuentran participando han contribuido de manera valiosa a que esta película pueda concretarse sin mayores problemas, porque si bien el aporte del FNDR nos ha ayudado mucho, a veces no alcanza para materializar todo lo que se desea", declara.

La película cuenta con un equipo técnico de aproximadamente 21 personas, en donde se le agrega la participación de 30 actores y extras.

El cortometraje está bajo la dirección de Jona Cadet y para las locaciones de las tomas fueron utilizados como principal escenario las dependencias de las maestranzas que la compañía del Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB) posee tanto en Mejillones como en la ciudad.

Este hecho no deja de ser menor debido a que esta misma empresa y sus instalaciones formaron el escenario real de la primera fase de la guerra en 1879, y hoy, casi 140 años después se mantienen intacta, como preservando e inmortalizando la esencia de un momento crucial de nuestra historia.

"Para nosotros fue un importante aporte el que realizó el FCAB con nosotros, pues dispuso libremente sus áreas para que desarrolláramos las tomas", dice Ávila. A esta colaboración se suma también la Corporación Cultural de Antofagasta, la compañía de teatro de la UA y de la Huella Teatro, el Museo Regional e historiadores, quienes se han unido para dar esta nueva percepción a la historia.