Las historias de personas con discapacidad que emprenderán
Algunos poseen situación de discapacidad cognitiva, física y otros discapacidad sensorial. Sin embargo, ello no es impedimento para sacar adelante sus negocios. Aquí sólo una muestra de estos notables antofagastinos.
En los últimos años los gobiernos han realizado varias mejoras y facilidades en la tramitación necesaria para que chilenos puedan comenzar sus propios negocios de venta de productos o servicios. Sin embargo, emprender sigue siendo un poco complejo, más que nada por el papeleo que hay que realizar, el cual confunde a la mayoría con las especificaciones.
A pesar de aquello, cada día son más las personas a nivel nacional que se arriesgan y deciden montar su propio emprendimiento, sin importar las dificultades. Y eso es justamente lo que premiaron ayer en el hall de la Municipalidad de Antofagasta en el marco del onceavo concurso de microempresarios.
Pero aquellos emprendedores tienen doble mérito, ya que son antofagastinos en situación de discapacidad y que, con ayuda de familiares o amigos, han salido adelante con sus propios negocios.
La finalidad de este concurso, según comunicaron desde la casa consistorial, es promover el emprendimiento local de microempresarios con discapacidad y se realizó conjuntamente entre el departamento de Fomento Productivo y la Oficina para la Integración de personas en situación de Discapacidad (OID).
Este onceavo concurso estuvo dirigido a vecinos con alguna discapacidad y también a familiares o cuidadores de estos.
Luego de analizar caso a caso, fueron 10 los emprendedores de la Perla que recibieron un premio consistente en un millón 400 mil pesos en maquinaria para su negocio.
Hay que aclarar que se dispusieron 16 millones de pesos a repartir entre los microempresarios, los cuales algunos, ya tenían su pyme funcionando, como doña María Carrasco Urra.
Un ejemplo
El caso de María, una vecina que tiene 55 años, es un claro ejemplo de superación en todo sentido.
Ella posee situación de discapacidad cognitiva y, últimamente, algunos problemas a las rodillas y pies, lo que le dificulta el desplazamiento.
Sin embargo, nada de lo anterior ha impedido que durante toda su vida haya trabajado y no en Antofagasta, sino en Coloso, donde hace un par de años es dueña de su propia librería-bazar.
Doña María tiene cinco hijos (tres hombres y dos mujeres), quienes la ayudan en todo lo que necesita.
Su hijo mayor, Manuel Cepeda (26), dirige una escuela de bodyboard junto a su polola y también ayuda a su madre con la librería.
"Ellos son muy buenos muchachos, si hasta me ayudan a vender los lápices, cuadernos, papeles, cartulinas y demás artículos que tengo en mi negocio", comenta María Carrasco Urra.
La vecina es la dueña de la única librería-bazar en Coloso, por lo que su emprendimiento es muy importante tanto para ella, su familia y toda su comunidad.
"Ahora con lo que recibí del concurso podré potenciar mi almacén y, ojalá en un tiempo más, poder agrandar el local, ya que es una pieza chiquita", dice.
María Carrasco se llevó un total de un millón 400 mil pesos transformados en una congeladora donde en esta fecha venderá helados, una máquina para hacer copias de llaves y un computador de última generación para realizar diseños.
"Nunca me he echado a morir, salgo adelante como sea y si después no puedo caminar no importa, me compro una silla de ruedas a control remoto", dice entre risas la vecina de Coloso.
Familia unida
Otro caso de superación pero sobre todo de apoyo y unidad, es el de la familia García - Guzmán.
Ellos eran de Calama pero en 2011 la madre María Guzmán Marín (54) sufrió un tumor cerebral que la dejó con una discapacidad motriz del 90%, por lo que su esposo, Guillermo García y las dos hijas de ambos, Sara y Paula también debieron arribar a Antofagasta.
La familia García - Guzmán reside de allegados en una casa de familiares en el sector norte de la Perla y quienes se llevan el peso del cuidado de María Guzmán es su esposo y su hija mayor.
"Aparte de poseer discapacidad motriz, mi mamá quedó en situación de postración, por lo que entre mi hermana, mi padre y yo nos turnamos para cuidarla en todo sentido", cuenta Sara García quien tuvo que congelar su carrera universitaria hace unos años.
"El año de la operación de mi mamá (2011) yo estaba a un semestre de egresar de diseño gráfico pero tuve que congelar la carrera para dedicarme a cuidarla. Después, logré terminar lo último que me quedaba y hacer la práctica (…) Fue complicado porque justo me 'pilló' en el final de la carrera y, aparte, mi papá estaba trabajando en la municipalidad de Calama y nos tuvimos que venir a Antofagasta porque acá hay más opciones médicas", recuerda Sara, quien además agrega que su madre estuvo alrededor de ocho meses hospitalizada.
Premios
Como Sara es diseñadora gráfica y su hermana Paula está estudiando lo mismo, ambas emprenderán un negocio en ese ámbito en la casa donde están residiendo junto a sus padres y familiares.
"Solicitamos dos impresoras. Una especial para fotos y otra que es ideal para imprimir en cantidad", explica Sara García.
Pero eso no fue lo único que recibieron las hermanas García - Guzmán para su emprendimiento, sino que además la municipalidad le otorgó una cámara fotográfica profesional y sus respectivos accesorios.
"Por mis estudios ya tengo un computador, así que no fue necesario solicitar otro. Respecto al local, éste funcionará en la casa, ya que esta 'pega' te permite trabajar a distancia", señala la joven.
Asistencialismo
La ceremonia de premiación se realizó en el hall de la municipalidad y la coordinadora de la Oficina para la Integración de personas en situación de Discapacidad (OID), María Constanza González, no ocultó su alegría mientras entregaba los distintos implementos.
"Este beneficio rompe la barrera del asistencialismo, porque no estamos entregando bonos o regalos, sino una herramienta para el crecimiento personal de los vecinos en situación de discapacidad y sus familiares, quienes muchas veces deben dejar sus trabajos para cuidar a la persona con discapacidad y eso afecta la economía familiar".
Los otros ocho beneficiados con maquinaria y/o implementos para potenciar o llevar a cabo sus negocios fueron: Osvaldo Geraldo, quien montará un taller de confección; Ashley Villaroel, joven que realizará servicios de belleza integral; Osvaldo Rodríguez con masoterapia; Adriana González con un taller de costura; María Condori, quien fabricará jabones; Eliseo Rojas que llevará masoterapia a domicilio y empresas y doña Rosa Badilla, quien mejorará con mayor implementos su almacén.