Andre Pierre Malebrán Tapia
Al ensuciar el borde costero no solo se provoca un daño que puede terminar siendo irreparable en nuestro entorno, además, y quizás sin quererlo, podemos terminar dañando otros lugares sin que ni siquiera lo sospechemos.
Pensando en eso, los muchachos de las agrupaciones Colibrí Eco-Social y Sea Shepherd Chile, realizaron una limpieza en el sector del Monumento Natural La Portada, en conjunto con la Conaf.
De acuerdo a lo que explicaron, las personas cuando botan sus bolsas de plástico y otros elementos en algunas de las playas de Antofagasta, terminan enviando a la corriente una gran cantidad de material que se termina trasladando hasta lugares como el mencionado monumento, o en otras reservas en las que aves protegidas hacen sus nidos dando uso a elementos que incluso terminan siendo consumidos por las especies.
En el sector norte de la ciudad, existe una amplia diversidad de aves, como el gaviotín monja, los piqueros, garumas, pelícanos y algunos patos.
"Hace tiempo que llevamos trabajando acá, porque Antofagasta y la región en general, tiene las playas más sucias del país desde el 2008 a la fecha. Este es un tema que nos llega harto porque no es solo una cosa estética, ya que también genera problemas en las especies marinas que terminan comiendo la basura", acotó una de las coordinadoras de la agrupación Colibrí Eco-Social, Constanza Yáñez.
Condones, botellas, bolsas, papeles, cigarros y un sin fin de cosas son tirados a la corriente a diario, sobre todo en la época estival.
En otras áreas de trabajo que tienen, hacen talleres de reciclaje, murales y ferias de concientización.
Reutilizando el papel
Precisamente este sábado (28 de noviembre) estarán dictando unos talleres de reciclajes para niños y adultos, enseñando a reutilizar los papeles que ya fueron usados. Lo harán en la Feria Antofa-Trueke, en la explanada del Estadio Regional Calvo y Bascuñán (de 16 a 20:30 horas).
El grave daño a la isla de pascua
"Como si fuera poco, la corriente de Humboldt se lleva la basura y la deposita en la Isla de Pascua y otras islas oceánicas, entonces en este momento por ejemplo, los pascuenses están vueltos locos con nuestra basura. El problema es mucho más grave de lo que la gente dimensiona. Por eso hay que hacer más talleres y cursos de educación ambiental a los niños", informa Yáñez.
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