Hace dos años que Johnny Cortes, María Pizarro, Claudio Moreno y Juan Pizarro viven en la población Alto Covadonga, desde donde llegaron después de vivir más de seis años en un campamento en la cancha de la población La Patria.

En este corto tiempo han debido lidiar con algunos problemas que traían los departamentos en su construcción, además de acostumbrarse a pagar gastos comunes y otros que no estaban en sus registros.

A pesar de lo anterior, todos concuerdan que si no es por el terremoto aún no tendrían casa, en este caso departamento, ya que la mayoría de ellos vivían de allegados en diferentes sectores de la población La Patria, donde los encontró el terremoto del 2007.

Apenas quedó el desastre en la ciudad, los pobladores más afectados del sector se trasladaron con familia y solo premunidos con carpas hasta las canchas de la población donde a la semana, les llegaron unas mediaguas y quedaron instalados en lo que sería el campamento "La Patria Alto".

Ahí se quedaron por seis largos años, donde en invierno los techos de las viviendas se humedecían y las gotitas de agua que se formaban empezaban a caer por toda la casa, con lo cual humedecía el hogar.

Además recordaron la poca privacidad que se vivía ahí, no solo al interior de las mediaguas, sino que también con los otros vecinos, ya que por la cercanía de las viviendas y el material ligero del cual están hechas se oía todo.

De hecho para uno de ellos fue más difícil aún, porque para mala suerte suya debió compartir hasta la mediagua, donde vivió por muchos años con su hermano, compartiendo escasos metros de vivienda y nada de patio.

Ha pasado el tiempo y por suerte todos están viviendo en los departamentos, sin embargo aún recuerdan que debieron acostumbrarse a utilizar baños y duchas comunes, separados solo para hombre y mujeres, también debían hacer el aseo del lugar, algo que todos estuvieron de acuerdo en señalar como lo más desagradable de toda la estadía en el campamento, adonde esperan no tener que volver nunca más. J