Mediodía en el Aeropuerto Nacional Andrés Sabella -ex Cerro Moreno- y los pasajeros que suben al próximo vuelo de Coastline son solamente seis. No se trata de una lenta venta de pasajes, sino porque en este avión, un PKP del año 1978, caben como máximo seis personas. Este es uno de los primeros viajes de esta empresa, que inició sus funciones con la idea de hacer vuelos "express" por el norte del país.

Coastline no tiene vuelos regulares, explica Sebastián Alfaro, gerente de la empresa y también piloto de este viaje que nos trasladará a Tocopilla en un tiempo aproximado de media hora. "El contacto es directo con el cliente. Se hace al lugar donde se estipule, a la hora en el que el cliente quiera ir", dice.

Al igual que en las aerolíneas comerciales, el piloto da las indicaciones de seguridad. El avión suena, y los motores calientan unos diez minutos antes de perderse entre la nublada mañana antofagastina. Ya arriba, el reflejo de la luz en las nubes casi enceguece, pero la vista es sobrecogedora. Los aviones comerciales vuelan a unos 30 mil pies de altura como máximo, mientras que nosotros no superamos los 6.500. Por eso, el avión parece deslizarse en el enorme colchón de nubes que atrapa la cordillera de la costa.

En 30 minutos, aterrizamos en Barriles, Tocopilla. Los aviones de este tamaño pueden volar hasta cinco horas y media, y la empresa dice que pueden ir desde Antofagasta hasta Santiago, o donde el cliente se le ocurra. "Todo con full discreción, nada que al cliente se sienta observado o pasado a llevar", menciona el piloto del bus.

El precio, si bien se negocia con el cliente, anda por los 800 mil pesos por hora de vuelo. Si repletáramos el avión con los seis ocupantes en un vuelo a Santiago, estaría saliendo unos 200 mil por cabeza. Precio elevado, pero dirigido para quienes necesiten un vuelo de urgencia y no escatimen en la plata para viajar cuando se le ocurra.

Poco después, volvemos a Andrés Sabella. El vuelo ha terminado, y la sensación fue parecida a la de un taxi aéreo que, obviamente, se mueve un poco más que los aviones comerciales… pero nada más allá de lo que usted podría experimentar en una turbulencia. Según Coastline (se puede averiguar del servicio en su página web) los tiempos de Iquique a Antofagasta es de una hora promedio, a San Pedro de Atacama unos 45 minutos, y a Tocopilla no más de media hora, pero todo depende del gusto del cliente. J

Además de los vuelos que realiza la empresa para personas, también hacen servicios de fotogrametría, que toma fotos desde el cielo para elaborar mapas topográficos. Cuando el avión va avanzando, la cámara va tomando las fotos necesarias para el estudio (el contacto es a través de Mauricio Guerra, al correo mauricio.guerra@activityair.cl) Además, tienen un servicio de búsqueda aérea y filmaciones.

Ignacio Araya