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El "ángel" que sobrevivió al feroz aluvión en Tocopilla

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Una inusual lluvia azotó a Tocopilla en la madrugada del pasado domingo 9 de agosto, esos goterones tenían colmada la paciencia de muchas familias, quienes vieron como sus casas se mojaban por el frente climático. Pero nadie pensó que de un momento a otro, un simple temporal se transformaría en una verdadera tragedia.

Debido a la intensidad del fenómeno, las autoridades decretaron la evacuación de las poblaciones que más cerca se encontraban del cerro, debido a que estaban cayendo rocas y barro.

Entre ellas, las poblaciones 5 de Octubre y José Santos Ossa, donde algunos se van para resguardar a sus familias, otros deciden quedarse.

la tragedia

Este es el caso de la vecina Gladys Bugueño, quien se quedó en su vivienda junto a su pequeña nieta de seis años de edad, Fernanda Paterakis Hidalgo, que acostumbrada a estar todos los fines de semana con su "Yaya".

"Ese día para mí llovió como siempre lo hace en Tocopilla, no fue algo tan fuerte. Cuando me avisan que había corrido el barro, me fui con mi hijo mayor a buscarla, llegamos y no había casa, no había nada", comentó la madre de la pequeña Fernanda, Mirna Hidalgo.

Eran casi las 11 de la mañana de ese día y los vecinos comienzan a gritar que el "cerro se viene encima". Algunos salen de sus casas y arrancan a un lugar seguro, pero Gladys y Fernanda no pudieron.

En cuestión de segundos, ambas fueron arrastradas por la fuerza del barro, la cual terminó por destruir completamente la vivienda que las cobijó por muchos años en la esquina de Gómez Carreño con Pasaje Esmeralda.

Apenas lograba respirar por la intensidad de la ola de barro, Fernandita luchó como pudo para no terminar ahogada por este aluvión, pero no estaba con su abuelita Gladys. Algo raro estaba ocurriendo.

A unas tres cuadras de distancia y al mismo tiempo que esta fuerza descomunal de la naturaleza destruyera casas, vehículos y convirtiera en un río el sector norte del Puerto Salitrero, Fernanda quedó tirada, totalmente consciente de lo que sucedía. En tanto, su abuela estaba una cuadra más arriba en similares condiciones.

Más de dos horas de ocurrida la catástrofe y cuando los tocopillanos todavía no comprendían la magnitud de lo sucedido, finalmente ambas fueron encontradas por rescatistas y trasladadas al Hospital Marcos Macuada

"Estar una o dos horas buscando a tu hija, porque no la encontrabas y no sabías donde estaba, cuando llegue al hospital encontré a mi hija y a mi mamá vivas, fue una alegría muy grande. Pero a los minutos después vino el dolor de que estaban fallecidas mi prima y mi tía", explicó Mirna.

Aquí, esta vecina del Puerto Salitrero, encontró la satisfacción de hallar a su pequeña y a su madre vivas con diversas heridas, pero también encontró la pena y el dolor al saber que su tía Mirna Bugueño y su prima Teresa Díaz Bugueño, fallecieron justo al frente de su casa. Lugar donde el aluvión arremetió con mucha más fuerza.

"Cómo lo reflexiono (…) con dolor. Es un poco de dolor con tranquilidad, la vida sigue, hay que seguir adelante, pero el hecho de perder a una prima que para mí era como una hermana (Teresa), a mi tía que era como otra mamá, mi tía Mirna. Fue muy doloroso no asistir a un velorio, a un funeral", indicó Mirna.

el "angelito"

Los tocopillanos fueron azotados con toda la furia de la naturaleza y pese a que hubo 180 viviendas con diversos daños y de ellas, 26 que no se pueden reparar, toda la comunidad comenzó a estrecharse las manos unos a otros y se dieron a la tarea de limpiar el barro de las casas e iniciar la reconstrucción de los sectores afectados.

Así también lo hizo la pequeña Fernanda, quien sufrió quemaduras gravísimas por el roce con el barro y los escombros al ser arrastrada. Pero algo cambió en su interior, ya no era la misma alegre niña de antes, ahora estaba más callada, sin ganas de hacer nada.

Tuvo tratamientos sicológicos y a casi dos meses de la catástrofe, Fernandita que ahora es conocida como el "ángel que sobrevivió al aluvión", trata de llevar una vida normal, pese a que un mes y un día después (10 de septiembre), su querida abuelita Gladys falleció a los 83 años producto de las irreparables heridas dejadas por la tragedia.

"Le agradezco a Dios que me dejó mi hija, porque yo creo que si se hubiera llevado también a mi hija, Yo no estaría acá", señaló Mirna, quien aseguró que reconstruirán su casa en el mismo lugar donde el aluvión la destruyó.

¡Fuerza Tocopilla!

Hoy se cumplen dos meses desde aquella mañana donde los tocopillanos recibieron una de las peores catástrofes desde el terremoto del 2007.

El aluvión dejó la enseñanza que aunque golpean mil veces al Puerto Salitrero, mil veces más sus propios habitantes se levantarán ante la adversidad.

Así quedó demostrado en las semanas siguientes a la tragedia, cuando voluntarios, vecinos, fuerzas armadas y policiales, bomberos y toda la comunidad en general, realizaron labores de búsqueda, limpieza de calles y casas, con tal de devolverle la tranquilidad a sus habitantes.

Muestra de solidaridad que en muchas comunas de nuestro país no se ven, fueron parte del día a día de cientos de familias, quienes le dieron un vuelco a la historia y ahora mantienen las esperanzas en que todo saldrá bien.

Esto, al igual que la pequeña Fernanda y su madre Mirna, las que vieron morir a tres de sus familiares en esta catástrofe (Mirna, Teresa y Gladys), pero que ahora intentan levantarse al igual que todos los tocopillanos. J

Según datos del Serviu, después del aluvión se catastraron alrededor de 600 viviendas, de las cuales 180 se clasificaron con los siguientes tipos de daños su infraestructura:

86 con daño leve, 40 moderado, 31 daño mayor y 26 daño no reparable.

De las 26 personas con casas con daño no reparable, solo 17 optaron poque se les reconstruya su vivienda en el mismo lugar.

Pablo Mamani Prado

"Le agradezco a

Dios que me dejó

mi hija, porque si

se la hubiera

llevado. Yo no

estaría acá".

Mirna Hidalgo,