"Siento que el río se llevó a un papá y me devolvió a otro"
Debe ser una de las voces más escuchadas y respetadas del dial antofagastino. Y es que Patricia Palma lleva más de 25 años informando a la comunidad en distintas radios de la capital regional y actualmente conduce varios programas -de noticias y conversaciones- en Radio Madero.
Lamentablemente desde marzo hasta la fecha Palma y su familia han vivido meses difíciles, donde la preocupación por el estado de salud de su padre, Julio Palma Vergara (67), es constante, literalmente día y noche están pendiente de él.
Pero para comprender bien lo que tiene actualmente a don Julio en silla de ruedas y con tratamientos kinesiológicos hay que remontarse hasta el 25 de marzo pasado, el día de las fuertes lluvias en Chañaral.
chañaral
Patricia Palma y toda su familia paterna son chañaralinos de corazón, de hecho, cuenta la periodista, ella estudió hasta cuarto medio en Chañaral, hasta que tuvo que viajar para entrar a la universidad.
Por su parte, don Julio, su padre, fue bombero, Consejero Regional por Atacama durante poco más de 15 años y hace varios se desempeñaba como ejecutivo de una conocida empresa de transportes. Un hombre totalmente activo y comprometido con su pega, según explica su hija.
"Mi padre, como todos los chañaralinos, son conocidos, amigos, y aunque ya no vivo allá hace unos 25 años, todos los meses viaja para estar con mi familia y él siempre estaba bien, feliz, hasta lo del aluvión".
aluvión
El 25 de marzo marca un antes y un después, no solo en la vida de Julio Palma Vergara, sino de toda su familia.
"Ese día desde temprano comenzó a llover muy fuerte y cuando el río ya estaba bastante crecido, mi padre fue en su camioneta hasta las instalaciones de la empresa a ver si aún quedaban trabajadores. Cuando llegó se dio cuenta que había tres quienes tenían el agua hasta las rodillas. Como pudieron, dos saltaron al pick up y uno logró entrar al vehículo", relata a La Estrella la locutora de Radio Madero.
Precisamente dichos trabajadores estaban aún en las instalaciones de la empresa porque ayudaron a mover y poner en un lugar seguro a varios camiones cargados con ácido que estaban a punto de ser arrastrados por el fuerte caudal.
Con los choferes en la camioneta, a don Julio no le quedó otra que tratar de salir del medio del río. Fue en esos momentos cuando, cuenta Patricia, "mi papá y los conductores vieron una masa de agua acercarse".
"Calculamos que la altura de esa masa de agua debió haber sido de unos seis metros, porque arrastró al vehículo con todos dentro y, en un momento, quedó a la altura del techo de una planta de revisión técnica. Allí, los dos trabajadores que estaban en el pick up saltaron y fueron rescatados varias horas después".
Pero don Julio y el otro trabajador no corrieron la misma suerte. El parabrisas del vehículo se rompió y comenzó a entrar el agua y barro, por lo que ambos salieron para tratar de llegar a un lugar seguro.
Julio Palma logró abrazar un durmiente de tren pero el otro conductor fue llevado por el aluvión y aún permanece desaparecido.
"Mi papá fue arrastrado desde el norte de Chañaral hasta la salida sur, son unos tres kilómetros. Finalmente fue rescatado por unos vecinos y un Carabinero que también rescató a varias personas más", cuenta impactada aún la locutora radial.
grave
Lógicamente don Julio, al momento de ser auxiliado, estaba en estado crítico y aquello fue el inicio de varios meses en distintos centros hospitalarios.
"Lo trasladaron grave en un helicóptero de la Fach a Copiapó. Estuvo casi un mes en coma, conectado a un ventilador mecánico y en riesgo vital. Hicimos cadenas de oración y pedimos sangre varias veces".
Y no es para menos, Julio Palma se fracturó todas las costillas, la columna y los huesos de su brazo izquierdo estaban prácticamente al descubierto. Producto del barro, dicha extremidad se infectó gravemente. Aparte de todo aquello, cuando fue rescatado del caudal, sus pulmones funcionaban apenas al 25% producto de todo el barro que había en ellos, relata Patricia.
Luego de Copiapó, trasladaron a don Julio Palma a la Mutual de Seguridad de Santiago, donde -debido a la gravedad de sus heridas- tuvieron que internarlo en la UCI de Quemados. Finalmente, el padre de la locutora radial fue derivado hasta el Hospital Clínico de la Universidad Católica donde fue dado de alta clínica hace unas tres semanas, aunque está recién empezando el proceso de rehabilitación.
"La semana pasada comenzó con el fonoaudiólogo, terapia ocupacional y sobre todo kinesiólogo".
Consultada por cómo ha llevado -junto a su madre y hermano- todos estos meses de saber que su padre estaba crítico y ahora iniciando la rehabilitación, Patricia es clara en señalar que "siento que el río se llevó a un papá y me devolvió a una persona totalmente distinta".
Ella explica que hasta el día anterior al aluvión, su padre era "un hombre de mucha templanza, cerebral, agnóstico, que no lloraba pero tampoco era frío. Él jamás ha perdido el control de nada, que no tiene miedo y ahora tiene miedo y se cuestiona, por primera vez, la existencia de Dios".
Lo anterior porque, cuenta Patricia, "mi papá se hundió varias veces y una de esas, dice que el único recuerdo que tiene es que se preguntó si había un Dios y posteriormente salió a flote nuevamente".
Afortunadamente don Julio se recupera poco a poco y toda su familia está siempre con él, aunque ahora deben afrontar una nueva problemática: el costo de todos los tratamientos médicos.
Para aquello, Patricia junto a una productora organizaron un bingo para el próximo 18 de octubre en el Hotel Antofagasta. J
El domingo 18 de octubre en el Gran Salón del Hotel Antofagasta se llevará a cabo el bingo a beneficio de Julio Palma, para tratar de costear parte de la millonaria deuda de sus hospitalizaciones.
Hay grandes premios, como teles SmartTv, cenas, bicicleta, atenciones estéticas, entre varios más. Las tarjetas se van a dejar a domicilio y para comprarlas hay que llamar a los fonos: 86523214 o 79770897.
Javier Andrónico
"La masa de agua
que se llevó la
camioneta debió
haber tenido
unos 6 metros"
Patricia Palma,