Falsa emergencia terminó con Biblioteca Municipal en llamas
Para los presentes, esta emergencia no podría haber llegado en un mejor momento. Y es que aún cuando se registró un incendio en la Biblioteca Municipal que rayó en lo insólito, nadie puede negar que -aunque suene extraño- tuvo mucho de afortunado.
Cuando afirmaban todos -incluso la jefa comunal y el secretario ejecutivo de la Corporación Municipal (CCA), Mauro Robles- que habían tenido "suerte", no dejaban de tener razón, ya que en el instante preciso que comenzaron a flamear las primeras llamas, los bomberos estaban a pasos de la alerta.
El extraño incidente comenzó ayer en la mañana cuando en el Teatro Municipal concluían su primer simulacro de incendio, en el que participaron 300 estudiantes. Todos felices se saludaban y felicitaban por lo bien organizado de la preparación y las autoridades se disponían a conversar con los medios de comunicación que llegaron a cubrir la actividad.
Fue ahí, y en el mismo instante en que el comandante del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta, José Machuca, se despedía del secretario ejecutivo de la CCA, estrechándole la mano y diciéndole "salió todo muy bien", cuando algunas personas empezaron a correr hacia la entrada de la Biblioteca Municipal Isaac Arce Ramírez.
"Algo está pasando", dijo Robles mientras se aproximó al lugar donde alguien lanzó el primer grito: "¡se está quemando la biblioteca!".
Ayuda
De inmediato y ante la atenta mirada de los peatones, la alcaldesa Karen Rojo corrió para pedirle a las personas que se alejaran del lugar mientras los voluntarios sacaban nuevamente (y esta vez por un hecho real) sus implementos de rescate. Mientras, la jefa comunal ordenaba la evacuación de la biblioteca y demás centros de atención que se encuentran en la plazoleta de esquina Sucre con San Martín.
Todo ocurría muy rápidamente, y en cosa de segundos el humo oscuro que salía desde el inmueble se hizo notar a la distancia, lo que trajo a más curiosos que no terminaban de comprender si se trataba aun del simulacro, o de un incendio real.
Las sirenas volvieron a sonar y en pocos minutos bomberos de la Segunda, Cuarta, Quinta y Sexta Compañía empezaron las maniobras.
En el interior se estaba quemando una bodega de la mencionada estantería municipal, en la que se contenían diarios y otros documentos antiguos.
Desde cerca, a pocos pasos del fuego, la alcaldesa y otros funcionarios de la casa consistorial observaban y comentaban con los periodistas y otros funcionarios, lo coincidentemente oportuno del despliegue.
A la vuelta, por calle Sucre, los estudiantes que habían protagonizado minutos atrás las operaciones de adiestramiento preventivo, volvían a salir guiados esta vez de forma definitiva.
No se registraron heridos de gravedad y solo una funcionaria se desvaneció por el humo y los nervios.
Preliminarmente se habla de que un indigente que pernocta en la plazoleta habría sido el responsable de estos hechos que pudieron terminar siendo una tragedia.
Por el momento no se ha confirmado la fecha de un nuevo simulacro, pero exceptuando lo ya mencionado, este habría resultado bastante bien. J
Andre Pierre Malebrán T.