Secciones

Cannabis y la pipa de la paz que une a la región

E-mail Compartir

A un paso de cambiar no solo la visión que tenemos de uno de los temas más comentados de la actualidad en Chile y a un paso de alinear a toda la región en lo que hoy se interpreta como los nuevos tiempos. Ana María Gazmuri deja su marca en el norte con el que quizás será el más recordado de todos sus personajes, el de directora de la Fundación Daya.

Primero fue Calama, luego Tocopilla y finalmente, Antofagasta. Tres comunas cuyos liderazgos están distanciados en el sentir político y, con ello, uno supondría valórico, ahora con la pipa de la paz parecieran haberse encontrado.

La actriz ya logró que varias comunas del país se sumaran a su cultivo legal de cannabis con fines terapéuticos, un proyecto vanguardista en Latinoamérica que abrió la puerta para que tanto la comunidad médica como la sociedad completa debatiera, y, además, de paso plantó otra semillita: la discusión de una nueva política de drogas en Chile.

"Tengo más miedo de lo que pueda pasar en el poder Ejecutivo que en el Legislativo", reconoce.

Estando cerca de las discusiones del Congreso, incluso participando de las mismas con exposiciones en nombre de la fundación, el escenario se ha hecho favorable a la hora de dar impulso a una nueva legislación en ambas cámaras, pero son las presiones y el historial con el que tiene que lidiar la Presidenta lo que, advierte, podría impedir que brote y se desarrolle esta plantita.

"El poder ejecutivo genera muchas dudas, pareciera estar completamente en contradicción con lo que es el discurso del país en este momento (...) la verdad es que hay una obsesión con este tema que es muy poco científica, muy poco objetiva, algo netamente valórico".

Ana María, más bella y audaz que nunca inicia la conversación comentando que le alegra lo positiva que ha sido la recepción en la Región de Antofagasta.

"La verdad es que ha sido muy buena la acogida de los alcaldes en general, los veo muy involucrados. Yo tengo la sensación de que hay una afinidad con la sensibilidad de la comunidad. Sabemos que en el norte hay muchas personas afligidas con cáncer, con cifras sumamente altas, u otras patologías como la artrosis, que es muy dolorosa. Entonces nos damos cuenta que hay un gran interés ciudadano y que ese interés está siendo recogido por sus autoridades", reflexiona.

boom

-Claro, somos la primera institución que realiza un cultivo legal en Latinoamérica. Fue un proyecto en el que participamos con la municipalidad de La Florida, pero nosotros somos los titulares, porque además somos una fundación que se dedica a este tipo de iniciativa.

-No, no, nosotros no los buscamos de ni una manera. Lo bueno es que el proyecto generó mucho interés y de ahí empezaron a comunicarse con nosotros desde diferentes municipalidades, alcaldes, concejales... y ahí tuvimos que empezar a analizar qué era lo más adecuado, si replicar lo del cultivo o hacer un gran cultivo en el que participen con diferentes cuotas, todos los municipios. Y eso nos pareció que era lo más pertinente por varias cosas. Uno, porque te permite buscar un lugar ideal para el cultivo en términos agrícolas (sin contaminación, ni atmosféricas, ni acústica, ni lumínica, con buen suelo y con buena pureza de agua), y por otro lado, la economía estándar que significa producir a esa manera. El costo cae muchísimo porque se optimizan los recursos.

-Sí, es en la séptima región.

-Bueno, van a participar en el sentido de que las comunas son parte de este proyecto y cada una van a tener tratamiento para 200 pacientes durante un año y además van a participar de los estudios clínicos que van a generar esta misma experiencia.

-Hay una cuota que tiene que ver con todo lo que tiene que ver con lo mencionado del proyecto y para participar de todos los conceptos comunicacionales, y finalmente lo que va a llegar al personal de salud, que va a ser el encargado de presentar esto en la comuna, será el fármaco producidos por Laboratorios Knop, para poder empezar su proceso (...) es decir, llega el producto listo para ser distribuido a la población y realizar los estudios clínicos.

nuestra cosecha

Luego de la siembra y la cosecha, además de todo el trabajo que deberán ejecutar en los laboratorios, podríamos tener la primera partida en la Región de Antofagasta, y en el mejor de los casos, en el segundo semestre del próximo año.

De esta manera, no solo patologías oncológicas podrán ser beneficiadas, sino que además otras enfermedades que generan dolor crónico.

Si bien el clima podría dar pie a pensar en cultivar en estas tierras, por el momento no es viable para la fundación sostener diferentes puntos a lo largo del país. Este tema fue sometido a la votación en los concejos municipales de la región, y en cada instancia aprobaron unirse a la iniciativa de la Fundación Daya.

"Siguiendo el ejemplo de otros municipios y entendiendo que Tocopilla tiene una necesidad porque tenemos contaminación y altos índices de cáncer, nos asociamos en un trabajo con la Fundación Daya, con el objetivo de atender a las personas que sufren enfermedades crónicas a través de este tratamiento que es complementario...", indicó el alcalde de Tocopilla Fernando San Román.

En Calama en tanto, su jefe comunal sostiene que es importante estar "completamente a favor" de esta iniciativa.

"Estamos tan a favor, que cuando nos presentó la fundación esta propuesta, la incorporamos al Concejo Municipal, porque nos parece que hoy el uso medicinal es un tema humanitario, hay experiencias internacionales que muestran que el uso de la cannabis ha provocado mejoría en muchos enfermos, sobre todo en patologías muy catastróficas que significa mucho gasto de dinero, por eso en cuanto al uso medicinal, estrictamente medicinal, estoy de acuerdo", comenta Esteban Velásquez.

"Este es un paso muy importante para nuestra comunidad porque estamos aprobando el uso medicinal del aceite de cannabis, un producto natural que ha sido muy cuestionado por su origen, pero que significa un gran alivio para aquellas personas que sufren de dolor crónico", indicó al respecto la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo. J