Secciones

Duelo en terminal pesquero por trágica muerte de "El Pichicho"

E-mail Compartir

E

De ahí que su muerte, ocurrida el sábado en trágicas circunstancias, causara tanto impacto no sólo entre los cientos de visitantes de la caleta, sino que especialmente entre sus trabajadores, quienes reconocían en él a un hombre bueno, responsable y respetuoso.

Sus problemas con el alcohol nunca fueron motivo para recordarlo por algo malo, sin embargo habrían terminado por cobrar su vida. Ello, ya que se estima que estaría bajo los efectos del alcohol al momento de caer al mar y morir ahogado.

HALLAZGO

Su muerte fue descubierta cerca de las 11 horas por un niño de 7 años, Juan Ruiz, que paseaba con su madre Dellanira Obreque (22) por el terminal. El objetivo de su recorrido era mirar lobos marinos, sin embargo grande fue la impresión del pequeño al divisar un cuerpo sumergido cerca de los botes.

Dieron entonces aviso a carabineros que cumplían servicio en el sector, activándose un procedimiento que quedó a cargo de la Armada. Por orden del fiscal de turno, las pericias quedaron en manos de la Brigada de Homicidios (BH)

Mientras se trabajaba en el rescate del cuerpo, el comentario entre los preocupados trabajadores del recinto no era otro que la suposición de que se tratase de "El Pichicho". Nadie tenía noticias de él hace horas y durante la noche lo habían visto bebiendo alcohol. Esa peligrosa mezcla de antecedentes sólo los hacía pensar lo peor.

Minutos más tarde, la confirmación llegaba, al igual que el llanto: era él el fallecido.

El trabajo pericial fue trasladado al puerto, hasta donde el cadáver fue llevado en una lancha Defender de la Capitanía de Puerto. Allí los detectives descartaron la intervención de terceros en su deceso, estableciendo como causa de muerte una asfixia por sumersión. Un experto en huellas, además, tomó las impresiones dactilares para certificar de forma científica su identidad, cotejándola con información del Servicio de Registro Civil e Identificación.

Ayer, en horas de la tarde sus restos fueron entregados en el Servicio Médico Legal (SML) para sus exequias. El lugar escogido para su velatorio era obvio. "El Pichicho" vivió y murió en el terminal, por lo que la sede del Sindicato Bellavista se convirtió ayer en la capilla ardiente hasta la cual decenas de amigos y compañeros de labores para acompañar a sus familiares.

Estos intentaron muchas veces llevárselo a vivir con ellos, pero Nelson, asistente de buzo de 54 años, siempre se negó. Pese a que vivía a pasos de la caleta, en la Villa Codelco, no quiso otro hogar que no fuera ésta.

"Quien no conocía al Pichicho, no conocía la caleta", dijo el presidente del sindicato, Héctor Souza, agregando que "siempre sus hermanas lo venían a buscar para llevárselo, pero él no quiso... decía que la caleta era su casa".

Muñoz Godoy- agregó el dirigente - era "buen compañero, respetuoso. Como muchos pescadores, era bueno para el trago, pero tomaba, respetaba y se iba a acostar". Hace tiempo padecía una enfermedad "y desde esa vez el Pichicho se tiró a la vida... tuvo un tiempo que estuvo bien, pero ya el alcohol lo tenía agarrado".

Se teme que pudo caer al agua mientras orinaba, como solía hacerlo. "Murió en su ley; murió ahogado", sentenció Souza. J