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Los oficios insignes que buscan sobrevivir al paso del tiempo

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"Todo lo que nace, tiene su fin", con esas sabias palabras del artista y artesano, Manuel Pizarro, dueño de ' Letreros Pizarro' y uno de los pocos hacedores de letreros de Antofagasta, da a conocer el proceso natural de extinción de dos oficios insignes de la Perla del Norte se encuentran experimentando.

El letrerista

"Como me dijo una profesora de la D-12: para hacer algo te tiene que gustar, no puedes pensar en ser matemático sino te gustan las tablas", explicó Manuel Pizarro.

Don Manuel tiene más de 30 años creando y pintando letreros en Antofagasta. Muchos de ellos han alumbrado hoteles, empresas, predios y locomoción colectiva. Pero si bien cada una de sus obras tiene un valor sentimental para el letrerista, la creación del tablero del juego de la cancha de la comuna de María Elena con el logo de Coca-Cola es su "orgullo".

"Yo a todas mis obras le tengo cariño, sin embargo, la del tablero me llena de satisfacción", manifestó el creador.

Con sus 74 años, Pizarro no quiere dejar su querido oficio. " Me gusta pintar y hacer letreros. Aparte con la escasa pensión que recibo, me obliga a seguir pintando", manifestó.

A pesar de sus ganas por mantener en pie su pequeño taller -ubicado en Washington 2798 - éste deberá cerrar sus puertas en menos de dos semanas.

Esto debido a que el lugar en donde está emplazado el local, fue vendido.

"El 4 de mayo tengo que que dejar las llaves y las boletas de los servicios básicos pagados hasta una notaria", asegura.

-Por ahora buscar un local, pero todo es tan caro que está difícil. Hay mucha demanda y poca oferta. El arriendo es demasiado caro y para lo que gano no me alcanza.

- No lo sé. Ahí veré si seguiré o no. Pero sí o sí, tengo que dejar el local en una semana más.

la marroquinería

Jorge aprendió desde niño el uso del cuero, gracias a la virtuosa habilidad que poseía su padre como zapatero. En su juventud nunca pensó que se iba a transformar en un artesano de la marroquinería. "Uno cuando es joven no sabe lo que quiere", explicó.

Producto de sus innumerables viajes por el país aprendió y profundizó sus conocimientos en torno al cuero. Fue uno de sus tantos viajes que aprendió la marroquinería, oficio que consiste en la creación de carteras, bolsos, cinturones, etcétera, todos hechos de cuero.

"Yo soy uno de los pocos artesanos que hace marroquinería, con suerte somos unos tres", reveló Jorge.

Para este artesano, su oficio está viviendo un retroceso, que tarde o temprano lo llevará hasta la extinción dentro de Antofagasta.

En esa misma línea, Jorge explicó el por qué de este fenómeno, aludiendo que es producto de la falta de curiosidad e interés por parte de la juventudes de hoy.

"Este no es un trabajo para hacerse rico, acá se trabaja para lo justo, cómo se gana se gasta. Antes los jóvenes tenía curiosidad por esto, pero ahora nadie está ni ahí, por lo que este oficio se perderá", sentenció. J

La marroquinería se caracteriza por hacer de un producto un objeto único y se trabaja con cuero por ser un material heterogéneo. Esto, debido a que no todas las pieles de los animales son iguales porque ésta varia según la raza del mismo, alimentación, medio o clima en el que vive. Se hace necesario observar el tipo de material al cual se le va hacer la transformación, con las técnicas que se pueden trabajar.

l M.José Alanís Pozo.

"Yo soy uno de

los pocos

artesanos que

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marroquinería"

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