Si se aplicasen al pie de la letra los resultados del análisis de plomo entregado ayer a los apoderados del jardín "Semillita" de Antofagasta, C.M, (5) tendría que ser inmediatamente hospitalizada. Su abuela, Silvana García, supo ayer que la pequeña tiene 61.7 microgramos (ug) de plomo en su sangre. Preocupante, tomando en cuenta que la Organización Mundial de la Salud tiene una norma máxima de 10 ug/dL.
"Es lamentable lo que está pasando, porque todos se van tirando los problemas entre unos y otros, y no me dan una solución", cuenta Silvana, quien junto a decenas de papás llegó hasta el auditorio del MOP para retirar los exámenes realizados a sus hijos, además del anuncio de una contramuestra de sangre, para comprobar los índices de contaminantes hallados.
En los resultados entregados ayer, se encontraron cinco niños con menos de 10 microgramos, 79 entre 10 y 45 ug, cuatro pequeños entre 45 y 60, y un total de once niños que tenían sobre 60 microgramos por decilitro de sangre.
"Estos valores son muy altos, y si nos atuviéramos a estos resultados, estos niños tendrían que ser hospitalizados. Pero la norma dice que lo que hay que hacer es repetir la muestra para corroborar si esto así", señaló el doctor Antonio Cárdenas, a cargo del equipo técnico que realiza los exámenes.
MUESTRAS
Fue ayer mismo que comenzaron estas nuevas muestras, que se realizaron desde las 15.30 en el Jardín Semillita. Los resultados podrían estar entre quince días y un mes más, dependiendo del trabajo de los laboratorios.
Asimismo, en marzo se incluirán otros análisis a niños y niñas en un grupo de control de la comuna de Antofagasta.
A medida que iban recibiendo las cifras, los apoderados reaccionaron con preocupación. "Los resultados no están malos, están pésimos", sentenció Gisela Contreras, vocera de los papás del "Semillita". "Nos enfrentamos a un problema de salud pública, severo, y la autoridad tiene que hacerse cargo", señaló la dirigente.
En palabras de Contreras, fue notoria la ausencia de autoridades de salud en el auditorio del MOP. Lo que quiere, es evitar a toda costa el tratamiento quelante (ver recuadro) para los niños, que es "un tratamiento altamente invasivo y traumático para nuestros hijos", señaló. "No sé si tengo palabras para describir lo que uno siente, esto no debería estar pasando. Es la inoperancia de nuestras autoridades", dijo. J
l El tratamiento quelante se ha utilizado en personas que se han contaminados con, por ejemplo, plutonio. En 1948 apareció el EDTA (ácido dietil-amino-tetra-acético), un compuesto endovenoso que produce la remoción de metales pesados, disminuyendo así la producción de tóxicos.
l Ignacio Araya Chanqueo