Fue, como se había publicitado en todos los medios, la boda del año. Tras años de relación y dos hijos, el seleccionado nacional Arturo Vidal y María Teresa Matus se casaron en la parroquia San Ignacio de Loyola, en Santiago Centro.

Mientras en la alfombra roja las estrellas desfilaban, afuera los miles de curiosos intentaban sacar tomar fotografías con sus celulares de la feliz pareja. Ante la presión de los medios y de los mismos invitados, los novios se pusieron nerviosos. Tanto, que ninguno de los dos pudo pronunciar bien la palabra "fidelidad" al momento de la postura de argollas, según confidenció a "Las Últimas Noticias" la ex integrante de "Calle 7", Catalina Vallejos.

Sin embargo, todas las miradas llegaron hacia la invitada principal, la Presidenta Michelle Bachelet, quien se sentó en primera fila a observar cómo Arturo Vidal daba el "sí" ante el padre que los casó.

La presencia de la Mandataria en la iglesia hizo arder las redes sociales de inmediato. "Si Bachelet no recibió código de regalo, le habrá regalado un bono a Arturo Vidal?", se preguntaba @pedro_pinor. Otros no le encontraban ninguna gracia: "Es imposible que Bachelet asista a una comunidad con problemas ambientales. Pero a la boda de Vidal si va" dijo @camposlopez.

Luego del "Ave María" que entonó Luis Jara, la pareja de novios se retiró hacia el Club Hípico en una limusina Chrysler 300, que el futbolista mandó a pedir a Estados Unidos solamente para el casamiento. J

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