Los profesores llevan ya cinco días movilizados, buscando que el Gobierno les dé respuesta al muy merecido petitorio de la llamada 'agenda corta', donde ninguno de los puntos agendados se aleja de lo que realmente merecen quienes forman a nuestros hijos.

Lo que está sucediendo con los profesores no deja de producirme ruido, ya que el Gobierno se encuentra abocado en sacar adelante, según ellos, la mejor reforma que tendrá nuestro país.

Esto sin lugar a dudas me lleva a pensar que esta reforma no considera la importancia del docente en el proyecto. La educación gratuita, la eliminación del copago y el término al lucro pierde importancia cuando se tiene a los docentes paralizados y a los estudiantes, por ende, sin clases.

Los profesores piden, entre otras cosas, terminar con los contratos a contrata, y recibir una indemnización al momento de jubilar. Alguien podrá pensar ¿que es injusto darle tranquilidad laboral al profesor? o también ¿es injusto que después de 30, 35 o más años de servicio, el docente reciba una indemnización?

Ojalá el Gobierno entienda que la reforma saldrá adelante no con acuerdos partidistas, sino con los profesores empoderados en ella para que todos los niños y jóvenes tengan el derecho de recibir una educación de calidad, sin distinguir el nivel socio económico del cual provengan.

Creo y espero que la comunidad solidarice con los profesores, como también espero que el gobierno, entienda que los profesores y la profesión docente, será considerada importante en nuestra sociedad, cuando el Estado asuma que la docencia debe ocupar un lugar de privilegio en la pirámide ocupacional.

Atentamente,

Rosa Cortés Galleguillos

Estimado director: