Los animales también tienen un día y es el 4 de octubre. En esa fecha se celebran a todos los animales y especies, inclusive a los humanos. Todos, bajo el Día Mundial de los Animales. Esta, también es una celebración para quienes los amamos y respetamos.

La jornada se instauró el día en que el llamado Patrono de los Animales, el cura Francisco de Asís, fue canonizado como santo.

Asís fue el primero que se relacionó con los animales respetándolos siempre como seres con derechos y con igualdad, ya que como él decía 'somos todos criaturas de Dios'. Muchas son las anécdotas que se le conocían, como que todos los animales lo escuchaban o que las golondrinas lo seguían en bandadas y formaban una cruz encima de él cuando éste predicaba. Por éstas y muchas otras razones, el año 2003 el Papa Juan Pablo II lo nombró Santo de la Iglesia Católica. Y aunque esta religión no sea la nuestra, no es lo importante de este personaje. Lo trascendental es la claridad de su mensaje: todos venimos del mismo lugar. No importa si se llama Dios, Dioses, Energía, Gran Espíritu o la creencia que cada uno tenga. Todos iremos a parar al mismo lugar también. Entonces por qué en la tierra, nuestro paso intermedio, las reglas son tan distintas. Por qué no somos capaces de respetar en lo más mínimo a los animales, en su trato y dignidad como seres individuales. Para algunos son simplemente el perro solo que tiene que vivir sus días en el jardín. Para otros son comida, porque tienen que alimentarnos. Para algunos son vestimenta. Muchos piensan que están para divertirnos y ser convertidos en parte de un panorama de fin de semana como ir al zoológico o a un parque acuático cualquiera. En el fondo, muchos tienen la percepción que los animales son cosas. Y con todo lo que sabemos y hemos visto y escuchado, cómo podemos vivir día tras día ignorándolos y permitiendo este trato.

San Francisco de Asís no solo quería a los animales, sino que los respetaba, también respetaba la naturaleza, los árboles que dan sombra, las flores que crecen en primavera y las abejas que las polinizan. Y es tan simple. Es respetar la naturaleza y la belleza de lo que sucede a nuestro alrededor. Todos tenemos un papel que jugar en esta tierra, animales y humanos, solo debemos como seres pensantes y racionales que somos, permitirles con respeto y humildad a los que no son humanos que simplemente hagan el papel que vinieron a hacer a la tierra, la misma tierra que vivimos y pisamos nosotros.