l Como Rodrigo Gabriel Pérez Díaz, de 21 años y oriundo de Arica, fue identificado el joven que la tarde del miércoles murió ahogado en el Balneario Municipal de Antofagasta.

Así lo informó el fiscal de turno, Patricio Martínez Felip, quien dispuso la concurrencia al sitio del suceso de la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI, cuyos detectives constataron según testimonio de testigos que el muchacho circulaba desnudo por la playa, por lo cual llamaron a Carabineros cerca de las 18.50 horas.

Al percatarse de la presencia policial el joven se internó en el mar, en el sector de la boya, 'procediendo a sumergirse de manera repetitiva, sin volver a aparecer en la superficie', precisó el Ministerio Público.

De acuerdo al informe preliminar de la policía civil, la muerte fue consecuencia de una asfixia por inmersión, esperándose que ello sea ratificado por el informe de autopsia que está realiza el Servicio Médico Legal (SML) J

l Un chofer y sus dos peonetas fueron detenidos por la Sección de Investigación Policial (SIP) de la Segunda Comisaría de la capital regional, al derrumbarse su versión de un asalto.

Las diligencias establecieron que en realidad se trataba de un autorobo, ideado por los trabajadores de una empresa distribuidora para repartirse el dinero obtenido producto de la recaudación diaria por reparto de carne.

Las diligencias del personal especializado comenzaron luego que J.N.P.O., de 22 años, llegara hasta la Segunda Comisaría con el fin de denunciar el violento robo que había sufrido sólo minutos antes.

De acuerdo al relato que entregó al personal de guardia, alrededor de las 14 horas conducía un furgón marca Peugeot junto a los peonetas de iniciales B.A.C.F. y F.J.A.V., ambos de 21 años.

Al llegar a la intersección de las calles Bandera y Pantaleón Cortés, en el sector de la Feria Las Pulgas, según el denunciante detuvo su marcha para entregar un pedido, irrumpiendo entonces ' en escena' dos sujetos. Estos serían jóvenes armados que los intimidaron y obligaron a entregarles un millón y medio de pesos, huyendo con rumbo desconocido con el botín.

Los efectivos de la SIP, sin embargo, notaron contradicciones en sus versiones, terminando por establecer que todo era una farsa. Uno de ellos confesó que se habían concertado para repartirse en partes iguales el dinero, que fue recuperado por los carabineros en la casa del imputado F.J.A.V. J