Falta preocupación por Tocopilla
dinos lo que piensas
Señor director:
Como antiguo tocopillano, primero quiero hacer pública mi protesta y decepción por el manifiesto abandono que vive nuestra querida ciudad, producto de una pésima gestión municipal que se inserta en la falta absoluta de proyectos de desarrollo.
Los últimos alcaldes han mostrado una escasa capacidad, pero el actual ha batido todos los récords: calles sucias, basura acumulada, pésima iluminación y una contaminación que nos ahoga.
Últimamente el jefe comunal, que cada día tiene menos respaldo fruto de su incapacidad, las emprendió contra la Compañía Minera Tocopilla, amenazándola con su expropiación.
Lo que no dijo es de dónde sacará el dinero para tal acción. Que dicha empresa contaminaba es una realidad, pero hace muchos años dejó de operar. Además, ella es dueña del terreno donde se ubican las instalaciones, es decir, su presencia no obedece a concesión marítima alguna.
El alcalde habla de recuperar el borde costero, pero no dice cómo, porque se desconoce qué proyectos tienen para ese sector, sin olvidar que estas iniciativas le corresponden al Ministerio de Obras Públicas, a través de la Dirección de Obras Portuarias. ¿Dónde está la maqueta y los planos del proyecto que es de obras portuarias y no de la municipalidad? Seguidamente para expropiar hay que tener plata, si no estamos viviendo al lote, donde cada uno hace lo que quiere, especialmente el alcalde, que se cree dueño de la ciudad, cuando apenas es un simple administrador que, sin duda, debe tener la peor evaluación de todos los jefes comunales del país.
Pero suponiendo que haya la intención de hacer algo, pero no vaya a ser como lo sucedido con la playa artificial, totalmente abandonada, convertida en una letrina pública. Parece que al edil no le interesan los vecinos del sector.
Y para terminar su actuación en este asunto no es otra cosa que su intención de colgarse de iniciativas ajenas, como sucedió hace tiempo con el paro de los taxistas y de otros organismos, que aprovechó de usufructuar en su propio beneficio. Una encuesta callejera permite comprobar que el alcalde no goza de respaldo alguno por su manifiesta incapacidad, ya que al preguntar a la gente por quién votó, nadie reconoce haberlo hecho por este señor.
Él tiene otras responsabilidades en distintos asuntos, que no son del caso, por ahora, de ponerlos en el tapete de la opinión pública.
El que se viste con ropa ajena, en la calle lo desnudan.
Atentamente,
José Luis Rojas Rosas