Antofagastina vive drama por robo de máquina de oxígeno
sebastián rojas rojo
Odett Godoy y su madre, de 77 años, desde el pasado sábado no lo están pasando nada de bien.
sebastián rojas rojo
Odett Godoy y su madre, de 77 años, desde el pasado sábado no lo están pasando nada de bien.
macarena gonzález
l Común es ver lobos marinos en el Termina Pesquero de Antofa, pero muy distinto es ver a uno en plena calle.
Eso es lo que ocurrió ayer en la avenida Pérez Zujovic de la Perla.
Un pequeño lobo salió del agua, se desorientó y llegó hasta la concurrida intersección, justo en horas de la mañana, causando un taco bastante grande.
Pero esta no es la primera vez que ocurre, en ocasiones anteriores este tipo de animalitos ha llegado hasta el sector de la costa o a los roqueríos, debido a que se desorientan al dejar la manada, por culpa de las marejadas.
La directora regional de Sernapesca, Marisol Illanes, dijo que 'todos los días estamos rescatando lobos en distintos sectores del borde costero. Por lo que se trataría de la intervención directa del hombre'.
El director del Centro de Educación ambiental, Carlos Guerra, hizo un llamado a que la gente dé aviso cuando vea este tipo de situaciones con animales. J
sag
lVarias golondrinas de mar han sido encontradas por los antofagastinos en distintos puntos del borde costero de la Región de Antofagasta, por lo que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), ha rescatado al menos a 10 de estos ejemplares que estando desorientadas, caen en viviendas particulares o en la vía pública.
Se debería a la intervención del hombre.
Así lo señalaron los expertos del SAG y se debe a que cuando los polluelos están listos para vivir en altamar, abandonan el desierto y bajan a la costa, guiándose por las estrellas.
Sin embargo la contaminación lumínica producida por las ciudades las desorienta y debido al encandilamiento, chocan contra las luminarias, quedando heridas.
La golondrina de mar o golondrina de collar es un ave pelágica, es decir que pasa la mayoría de su vida en altamar. Cuando son adultas, pueden alcanzar 40 gramos de peso y medir 21 centímetros de largo, haciéndolas fácil de reconocer por su plumaje gris, blanco y negro.
Es una especie bastante misteriosa, ya que hasta ahora sus nidos son han podido ser descubiertos, por lo que se cree que anida en los montes costeros del Desierto de Atacama.
Esta ave además está protegida por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
Los veterinarios del SAG entregaron algunas recomendaciones para manipular correctamente estas avecitas: apartarlas del peligro, mantener lejos del alcance de niños y mascotas y alejarlas de los ruidos fuertes, así como también no alimentarlas y darles agua fresca. J