Un numeroso grupo de docentes que trabajamos en distintas escuelas y liceos, queremos manifestar nuestra molestia hacia el alcalde de Tocopilla, por los errores que ha cometido en la conducción de la educación de nuestros estudiantes.
Nos referimos a los cambios que hemos sufrido desde que asumió la conducción del municipio, especialmente al cargo de director de DAEM, por el cual han pasado hasta ahora cuatro personas en un lapso de 16 meses.
Es decir, en poco más de un año hemos tenido un director de Educación cada cuatro meses.
Esta alta rotación en un cargo de tanto compromiso y responsabilidad, revela desconocimiento y poca capacidad que tiene para visualizar y desempeñar las funciones para las cuales fue elegido.
Lo lamentable es que todos estos errores repercuten y afectan negativamente a toda nuestra unidad educativa. Primero por el desconocimiento que nos produce no saber para dónde vamos, y segundo, por la pérdida de recursos económicos que todos sabemos que son escasos en nuestro sistema.
Es hora que se cumpla con la Ley de Probidad y se transparenten y publiquen los sueldos y nóminas de quienes trabajamos en educación.
Expuestas estas consideraciones, es lícito que nos preguntemos cuáles son los costos reales que han significado estos cambios en el presupuesto de la DAEM, si consideramos el costo de las remuneraciones de los tres penúltimos directores que ha tenido la actual administración educacional.
Comentario aparte nos merece la designación del actual jefe de la DAEM, que nos parece inoportuna, si consideramos que se está por llamar en breve plazo a Concurso Público para nombrar al nuevo director de Educación. Nos llama la atención que el alcalde no haya presentado a la nueva autoridad educacional, ni haya destacado sus méritos, ni las razones por las que dejó su trabajo anterior. Nos preguntamos ¿a qué le teme el alcalde?
Mientras tanto, a nosotros quienes llevamos el peso del trabajo diario con nuestros alumnos, se nos paga parte de nuestras remuneraciones con fondos SEP y PIE, con demoras y omisiones, sin siquiera recibir alguna explicación por lo que está ocurriendo.
Profesores
gremialistas