El sentimiento de interpretar a Jesús de Nazareth en la cruz
Fernando Castillo revive por tercer año, las 15 estaciones.
Son las 19:00 horas del Viernes Santo que conmemora la muerte de Jesús en el calvario, y el sector del Curvo de Antofagasta comienza a poblarse de devotos católicos y miembros de la Parroquia Madre de Dios, listos para representar el tradicional Vía Crucis.
Niños, jóvenes y adultos llegan puntuales para seguir a Jesús en las catorce estaciones. Saben que no es una obra de teatro, sino un momento de reflexión y entrega el momento más doloroso del mundo cristiano.
Fernando Castillo Acuña de 23 años es quien interpreta a Jesús por tercer año consecutivo. Más allá del parecido físico, es elegido por su gran capacidad de olvidarse de sí mismo, y sentir que sirve a Dios en mente, cuerpo y alma.
"Para mí, el Vía Crucis, es muy importante por muchas razones, una es el compromiso que se tiene con la iglesia al representar la Pasión de Cristo en las calles. Pero en particular, por la intensidad de la oración que se vive. Es una entrega total a Dios, quien nos usa de instrumento para dar testimonio de su buena noticia", manifestó.
Fernando es uno de los cientos de jóvenes que interpreta al Hijo de Dios en cada una de las comunidades parroquiales.
En la Madre de Dios el recorrido inicia en la calle Armando Moock, para seguir por Gabriela Mistral y bajar en calle Luis Mancilla.
Todo lo hacen con una gran capacidad de organización y una producción que refleja el trabajo de un sinnumero de personas y sobre todo, jóvenes.
Fernando, quien es titulado de Ingeniería en Sistemas de información empresariales y control de gestión de la UCN, comenta que sin la oración, el Vía Crucis sólo sería una obra teatral. "Pero gracias a la oración contamos con la presencia del Espíritu Santo con nosotros".
Llegado el momento, el "Feña" no sólo debe sentir como Jesús de manera espiritual, pues, los golpes que recibe muchas veces también causan cierto dolor físico. Lo importante, es no flaquear hasta morir en la cruz, lo cual se realizó en la parroquia misma. Cuando esto sucede, todos se retiran en silencio a la espera de la Resurrección.
El Vía Crucis es muy importante para el grupo de jóvenes de la Madre de Dios. Fernando además canta en el coro de misa de 20:00 horas por su talento musical y vocal, y sus amigos lo caracterizan por ser multifacético, pues además forma parte de la Tuna de la Universidad Católica del Norte.
"Además de ser un joven de fe, amo la música y gracias a este hobby he conocido mucha gente y vivo haciendo música. Sin ella creo que mi vida sería muy distinta. La uso para divertirme y también, para evangelizar", indicó el antofagastino.
Por último, el joven concluyó que "el vía crucis no lo hacen unos pocos. Son muchas voluntades que se mueven para hacer la voluntad de Dios. Son muchos los niños, jóvenes, y adultos que son capaces de dar testimonio del amor de Dios. Doy gracias a Dios, a mi familia, a la parroquia y a la comunidad del Vía Crucis por confiar en mí ese rol, y permitirme ser parte de un enorme grupo humano,carismático, caritativo y cariñoso". J
Se trata de un acto de piedad, un camino de oración que busca con la meditación de la pasión y muerte de Jesucristo en su camino al Calvario. El camino se representa con una serie de catorce imágenes de la Pasión, denominadas estaciones, correspondientes a incidentes particulares que Jesús sufrió por la salvación de la humanidad basados en los relatos evangélicos y la tradición.