Operación duró casi cuatro horas y estuvo en peligro de ser perforada una arteria que "alimenta" su extremidad.
l Richard Alexis Araya Díaz
José Guerrero, alcalde de Sierra Gorda y quien recibió toda la fuerza del chorro del carro lanza agua de carabineros, lo que le generó una fractura del húmero, tras la protesta en la carretera, reflexiona un tanto nervioso.
Fueron las palabras del médico que lo operó, lo que lo hizo estremecerse. Tras la operación le comentaron que el hueso fracturado presentaba astillas, lo que es muy peligroso, y justamente esas astillas llegaron a estar muy cerca de una arteria clave en la movilidad de su extremidad.
"Si esas astillas llegaban a complicar o dañar la arteria -lo que estuvo muy cerca- el doctor me dijo que podrían haberme amputado el brazo, esas palabras me estremecieron por completo, era algo que de verdad no me esperaba", señaló Guerrero.
Lo que parecía una fractura más, en las casi cuatro horas que duró la operación, se pudo descubrir la verdadera gravedad de la lesión.
Si la lesión comprometía a la arteria, ésta no generaría una irrigación como corresponde a su brazo derecho, lo que hubiese obligado a amputar, esa fue la explicación que le entregaron al alcalde. Fría pero contundente.
Para Guerrero y según los médicos, su extremidad se salvó de milagro, ya que la fuerza del impacto a esa distancia en la que estaba -menos de dos metros- podría haber generado algo peor.
Además quedó claro que la fractura se generó por el chorro de agua y no por la caída que posteriormente tuvo Guerrero.
Ayer, el alcalde ya se encontraba de alta en Antofagasta donde estará en la primera semana de cuidados, después de eso proyecta viajar a su casa y quedarse como siempre en Sierra Gorda.
Comenta que quien lo operó fue el traumatólogo Roberto Muñoz, quien le contó lo cerca que estuvo de perder su brazo. Quizás por eso la tremenda herida que le quedó tras la operación pasó a un segundo y hasta tercer plano.
Incluso el alcalde no deja de bromear por la gran cantidad de puntos que recibió. Pese a que no sabe cuántos en realidad tiene, si es capaz que bromear, indicando que con ellos, se podría haber ganado la Polla Gol un par de veces.
Por ahora está preocupado de su recuperación y junto con ello, a esperar la llegada de sus padres que desde Ovalle le anunciaron sí o sí que vendrían a verlo, ya que al igual que todos en el país, se sintieron tremendamente impactados tras ver las noticias.
Guerrero ahora deberá enfrentar los cinco meses, como mínimo, para lo que será la recuperación de la movilidad del brazo. J
l José Guerrero recalca que no entiende el motivo del ataque de carabineros, ya que la situación estaba mucho más calmada y además habían llegado a un acuerdo con los policías y los vecinos de comenzar a retirarse de la carretera.
Fue en ese momento de calma, de paz, cuando recibió el chorro de un momento a otro.
"Por eso creo que alguien dio y recibió una orden de un momento a otro, lo que gatilló ese actuar de carabineros".