l Redacción

Los rayados en las calles son, sin duda, uno de los puntos negros de Antofagasta. Esta forma de manifestarse ni siquiera ya respeta la fe de la Iglesia Católica.

Si bien este problema lleva muchos años en nuestra región, lo ocurrido hace dos semanas fue la gota que rebasó el vaso para, especialmente para los fieles.

Y es que a un costado de la Basílica Corazón de María, ubicada en calle 21 de Mayo con Avenida Argentina, los ociosos rayaron una frase que causó indignación.

"Jesús es gay" es lo que esta o estas personas escribieron sin escrúpulos, situación que tiene molestos a los creyentes, pues se le cuestiona su orientación sexual a través de este rayado azul.

"Estoy indignado con esta situación, espero que las autoridades hagan algo. Si bien, hay muchos que no creen o siguen una religión, debe existir un respeto, más si lo hacen en la misma muralla de una iglesia", manifestó Gustavo Aracena, quien denunció el hecho.

En tanto, algunos vecinos del sector aseguran que esto no es nada en comparación a otros rayados realizados en la misma Basílica o en otras paredes cercanas, por lo que piden mayor vigilancia, tanto para este sector como para el centro de la ciudad, ya que también existen diversos rayados que no aportan en nada a la cultura sino a destruir en muchas oportunidades a los diferentes inmuebles de nuestra Perla del Norte.

En tanto, esta situación fue informada a las autoridades eclesiásticas de la Región de Antofagasta, quienes al cierre de esta edición no quisieron referirse al tema.

A su vez los nortinos afectados con esta ofensa deberán esperar a que el rayado sea borrado y que no vuelvan aparecer este tipo de frases en alguna otra iglesia o cualquier otra edificación de la región. J

l Esta situación nos hace recordar a los rayados xenófobos que existen en el centro de Antofagasta, en donde atacan directamente a los extranjeros, los cuales fueron blancos de críticas de parte de todos los nortinos.

A su vez también se asocia a las manchas con pinturas que existen en diferentes locales de la capital regional y que han provocado la molestia de los dueños de los locales afectados, en donde la palabra "van" se tomó varios rincones y que hasta la fecha no exista un responsable.